|
||
Pese a los acontecimientos que en el mundo son presagio de destrucción y desolación Aún a sabiendas de que Tú siempre apareces sin demasiado ruido y con el cortejo de la humildad. QUE TE VEA VENIR, SEÑOR Porque, a veces, siento que mis ojos buscan lo efímero, que mis manos acarician el gusto por las cosas, que mis pies prefieren los caminos fáciles QUE TE VEA VENIR, SEÑOR Porque, muchas veces, estoy dormido, siento el cansancio de la espera, me pregunto si tu venida ya nunca ocurrirá, miro al mundo, y me asusto de lo que acontece en él QUE TE VEA VENIR, SEÑOR Necesito un soplo de tu presencia, la esperanza de tu Palabra, la seguridad de tus promesas, la justicia, frente a tanta mediocridad, tu verdad, ante tanta mentira, tu nacimiento, ante tanta muerte QUE TE VEA VENIR, SEÑOR Y, sólo así, mi Señor, la angustia se convertirá en paz, la tristeza en alegría o el llanto en gozo, por tu venida al mundo. ¡Ven, y sálvanos! Amén
|
Si
dudo de tus promesas;
Si
aumentan mis pesares;
Si me
acosan mil dificultades;
Si mi
interior se acobarda;
Si me
ciegan los ídolos;
Si me
enloquece la apariencia;
Si mi
cabeza se inclina;
Si me
encuentro esclavo;
Si me
encierro en mí mismo;
Si me
conformo con lo que veo;
Si sufro
por la ansiedad;
Si
prefiero la comodidad;
Si duermo
y no te espero; Si me despisto y no te busco; espabílame y condúceme, Señor Si me equivoco de dirección; recondúceme y reoriéntame, Señor
Si
prefiero otros señores;
Si no
tengo miedo a nada;
Si me creo
único e invencible;
Si pasa el
tiempo y desespero; Amén.
|
Y que te sirvas de mí,
Y que me concedas la humildad, para saber que no soy sino tu siervo Y que me hagas ver los signos de tu llegada ¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR! Y colaborar contigo para que, tu Reino, sea una pronta realidad Y que venga tu Palabra sobre mí y me empuje a proclamarla Y que, sin miedo al que dirán, anuncie y denuncie lo que falta en el mundo Y que, sin miedo a la prueba, anuncie y denuncie lo que sobre en el mundo ¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR! Y que viva este momento, como un momento de gracia Y que viva mi vida, como una llamada a darme por los demás Y que viva mi existencia, como un pregón de esperanza Y que viva mis días, sabiendo que Tú –tarde o temprano- llegarás ¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR! Y ser un heraldo, aunque sea minúsculo, de tu presencia Y ser un heraldo, aunque sea insignificante, de tu llegada Y ser un heraldo, aunque me asalten las dudas, de tu grandeza Y ser un heraldo, aunque me cueste el desierto, de tu nacimiento ¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR¡ Rescatando, de los caminos perdidos, a los que andan sin esperanza Levantando, de los caminos torcidos, a los que cayeron abatidos Alegrando, de los caminos melancólicos, a los que dejaron de sonreir Recuperando, de los caminos confundidos, a los que creyeron tenerlo todo ¡QUIERO SER COMO JUAN, SEÑOR! Un constructor de sendas para los que te busquen Un arquitecto de autopistas para los que te deseen Un elevador de puentes, para los que te quieran encontrar Un ingeniero de pistas, para los que quieran vivir contigo Javier Leoz
|