* Ser
discípulo tiene más importancia que ser familia según la carne.
* María fue la primera cristiana, la primera cooperadora de
Cristo. Fue elegida por Dios para colaborar con Él en la
Historia de la Salvación.
* Y se mantuvo fiel a la palabra dada a Dios hasta los momentos
trágicos del Calvario.
* María se ha ganado a pulso el título de discípula: ha
escuchado la Palabra de Dios y ha dejado que entrara en su
corazón. María es discípula porque es la creyente.
(Mons. José Manuel Lorca Planes: "Enraizados en
Cristo")

LAS VELAS DE ADVIENTO
Al
encender estas cuatro velas, en el último domingo,
pensamos en ella, la Virgen,
tu madre y nuestra madre.
Nadie te esperó con más ansia,
con más ternura, con más amor.
Nadie te recibió con más alegría.
Te sembraste en ella como el grano de trigo se siembra en el surco.
En sus brazos encontraste la cuna más hermosa.
También nosotros queremos prepararnos así: en la fe, en el amor y en el trabajo de cada día.
¡Ven pronto, Señor. Ven a
salvarnos

1.
Es obvio que la figura central de este domingo es María, como lo ha
sido el Bautista el domingo pasado.
Ella
es ejemplo de tener el corazón abierto para recibir al Señor,
encontrarse con Él y hacerse una misma cosa con Él. Y la apertura de
su corazón está apoyada en la fe, el amor y la esperanza
La
fe y la confianza en la Palabra de Dios que siempre se cumple, porque
las promesas
de Dios son
fruto del amor a su pueblo.
El
amor al Dios de las promesas, que es el centro de su corazón, al que
ama sobre todas
las cosas y
a quien ha entregado su vida.
La
esperanza en que las promesas de Dios se cumplen siempre. Sólo hay que
saber
esperar el momento que
Dios considere oportuno.
Para
su sorpresa, las promesas se van a cumplir en Ella. En su diálogo con
el ángel le manifiesta su
desconcierto y sus miedos, y su no entender lo que se le dice. Y todo
ese diálogo lo podemos
resumir con la sencillez de dos frases: "Aquí está la esclava del
Señor", "Hágase en mí según tu palabra".
Y
esas promesas también se cumplieron en S. Pablo en Damasco cuando,
derribado del caballo dice:
Señor ¿qué quieres de mi? Y desde entones cambió su vida
convirtiéndose de
perseguidor en anunciador y defensor de la Buena Noticia.
2.
Cuando está ya próxima la celebración del nacimiento de Jesús, la
Palabra de Dios nos invita a
poner nuestros ojos en María para encontrar en Ella las actitudes y la disponibilidad que hemos de tener en
Navidad:
-
Ella debe ser ejemplo de nuestro encuentro con el Señor, al que hemos
de llegar desde la oración
confiada y humilde.
-
Dios viene a nuestro encuentro porque nos quiere y nosotros descubrimos la
alegría de ese amor que nos llena y nos trasfigura en el perdón y en
su
misericordia.
-
Dios quiere que seamos personas de fe y de confianza teniendo los
cimientos en
la seguridad
del amor d Dios. Y desde ese amor, amar a los demás.