PRESENTACIÓN
El
Plan de Salvación de Dios, preparado desde la eternidad,
tiene su momento culminante en Cristo, cuando todas las
cosas sean recapituladas en Él.
En
el texto de hoy, se va desarrollando la reflexión a cerca
de este misterio de amor.
Un
misterio de amor por el que, de forma gratuita, nos hace
pasar de la muerte en la que estamos por el pecado, a la
vida nueva.
Se
nos deben quedar bien grabadas las expresiones que emplea
San Pablo: "Dios es rico en misericordia",
"con gran amor nos ha amado", "su bondad para
con nosotros", "la riqueza infinita de su
gracia"...
¿Quiénes
somos nosotros para merecer ser resucitados con Cristo y
estar sentados en el cielo con Él? No somos nada; por lo
tanto no hay merecimiento personal que nos lo haga exigir.
Todo es regalo.
Pero
el regalo se puede aceptar o rechazar; la fe es el acto de
acoger el regalo de la salvación.
Y
quien acoge la salvación, se hace uno con Cristo, el Hombre
Nuevo, y se despoja del hombre viejo y de pecado; por lo que
la propia vida, con sus obras, se convierte en signo, en
expresión de la fe.
La
fe no son unas ideas, unos sentimientos, sino una vida en
Cristo, dedicada a las buenas obras.
*
Ante ti no somos nada y no merecemos
nada.
Pero,
por tu gran amor, gratuitamente, nos has
salvado y has querido que compartamos tu
misma vida de resucitado.
Te
hemos acogido, nos hemos fiado de ti y
tú nos has liberado del pecado y de la
muerte eterna aparejada a él. |
DEL
APÓSTOL SAN PABLO A LOS EFESIOS
2, 4-10
Hermanos:
Dios,
rico en misericordia, por el gran amor con que
nos amó: estando nosotros muertos por los
pecados, nos ha hecho vivir con Cristo -por pura
gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con
Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con
él.
Así
muestra en todos los tiempos la inmensa riqueza
de su gracia, su bondad para con nosotros en
Cristo Jesús. Porque estáis salvados por su
gracia y mediante la fe. Y no se debe a
vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco
se debe a las obras, para que nadie pueda
presumir.
Somos,
pues, obra suya. Dios nos ha creado en Cristo
Jesús, para que nos dediquemos a las buenas
obras, que él determinó practicásemos.
Palabra
de Dios
|
|