PRESENTACIÓN
Nuestras
raíces cristianas están profundamente agarradas en el Dios
Amor, porque, como nos decía la segunda lectura: Dios es
Amor, amor que envuelve todo su ser y a todas sus criaturas.
Pero
el amor de Dios del que nos alimentamos no es un puro
sentimiento, una mera idea.
El
amor de Dios se ha hecho gestos de cercanía, perdón y
salvación en la entrega del Hijo.
De
esa manera nuestro amor no es sentimiento o ideas, sino
cercanía, perdón y salvación de los demás.
Por
eso, amor y mandamientos están muy cerca. El mandamiento no
es la imposición, sino el camino que acepto libremente para
vivir el amor. Sin aceptación libre del mandamiento, no hay
amor, puede haber "cumplimiento".
Y
el amor es fuente de alegría plena; el amor es amistad,
cuando hay comunión; el amor es entrega total, darse, hasta
la vida; el amor es saberse elegido por Jesús y el Padre
para dar buenos frutos.
Y este es el mandamiento que hemos de acoger con plena
libertad: "que os améis unos a otros". Y, como decía la
segunda lectura del domingo pasado, también de san Juan, "no
de palabra y de boca, sino de verdad y con obras"
LECTURA DEL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 15,
9-17
Como
el Padre me ha amado, así os he amado yo;
permaneced en mi amor
Si
guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi
amor; lo mismo que yo he guardado los
mandamientos de mi Padre y permanezco en su
amor.
Os
he hablado de esto para que mi alegría esté en
vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.
Este
es mi mandamiento: que os améis unos a otros
como yo os he amado.
Nadie
tiene amor más grande que el que da la vida por
sus amigos.
Vosotros
sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya
no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo
que hace su señor: a vosotros os llamo amigos,
porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he
dado a conocer.
No
sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo
quien os he elegido; y os he destinado para que
vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure.
De
modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre,
os lo dé.
Esto
os mando: que os améis unos a otros.
Palabra
del Señor
|
|