PRESENTACIÓN
No
es de extrañar que se proclame este salmo el día de
Pentecostés, aunque lo ideal sería proclamarlo entero.
Dice
San Lucas que, tras efusión del espíritu Santo, los
apóstoles se pusieron a proclamar las maravillas de
Dios. Y esto es precisamente el salmo 103.
Todos
los pueblos religiosos han proclamado las maravillas de
Dios en sus poemas, oraciones y reflexiones.
El
autor del salmo 103 posiblemente se inspiró en un poema
egipcio dedicado al dios sol, de la época en la que los
egipcios estaban en Egipto. El salmista habría tomado
las ideas y compuso un salmo para el único Dios
verdadero, creador de todas las cosas, incluso del sol.
Los
versículos elegidos para este día, proclaman la
grandeza de Dios y de su obras
"Bendice,
alma mía, al Señor
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas."
Todo
depende de Él, él es el aliento de vida, aquel que
sopló sobre la figura de barro y ésta se llenó de
vida; ese aliento de vida es el Espíritu, "Señor
y dador de vida".
"Les
retiras el aliento, y expiran
y vuelven al polvo;
envías tu aliento y los creas
y repueblas la faz de la tierra."
Toda
la creación debe proclamar la gloria de Dios. Y el
salmista se sentirá satisfecho si el Señor acepta su
canto de bendición al Dios Creador.
Gloria
a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.
(SALMO 103)
R/
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA
TIERRA.
Bendice, alma mía,
al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Cuántas son tus obras, Señor;
la tierra está llena de tus criaturas.
R/
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA
TIERRA. Les retiras el
aliento, y expiran
y vuelven a ser polvo;
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
R/
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA
TIERRA. Gloria a Dios para
siempre,
goce el Señor con sus obras.
Que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.
R/
ENVÍA TU ESPÍRITU, SEÑOR, Y REPUEBLA LA FAZ DE LA
TIERRA. |
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