LECTIO DIVINA

 

 

 

 

 


 

Señor Jesús, envía tu Espíritu, para que Él nos ayude a leer la Biblia en el mismo modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús. Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia,

Tú les ayudaste a descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.

Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús, podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz.

Te lo pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu. Amén.

 

Texto

35 Este día, al atardecer, les dice: «Pasemos a la otra orilla.»
36 Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con él.
37 En esto, se levantó una fuerte borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca.
38 Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?»
39 Él, habiéndose despertado, increpó al viento y dijo al mar: «¡Calla, enmudece!» El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza.
40 Y les dijo: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?»
41 Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: «Pues ¿quién es éste que hasta el viento y el mar le obedecen?»

 

para conseguir depositar la Palabra en nuestro corazón

 

a) ¿Cuál es el punto de este texto que te ha gustado más?¿Por qué?

b) ¿Cuál es la situación en la que se encuentra Jesús y los discípulos y cuál es la reacción de ellos?

c) ¿Cuál era el mar agitado en los tiempos de Jesús? ¿Cuál era el mar agitado en la época en la que Marcos escribe su Evangelio? ¿Cuál es hoy el mar agitado para ti?

d) Leer a Isaías 43,2 y también el Salmo 107(106), 25-30, comparando los textos con el episodio de la tempestad calmada. ¿A qué conclusión llegas? e) ¿Qué quiere decir todo esto en nuestra vida, hoy?
 

Hay días en los que la vida se parece a una pequeña barca perdida entre las olas de un mar agitado. Todo es obscuro alrededor, hay tempestad,

Dios no aparece, Jesús está ausente, nadie está cerca para ayudarnos, animarnos. ¡Entran ganas de dejar que se pierda todo!

 Escuchemos la historia de la tempestad calmada.

Durante su lectura, imaginémonos que estamos sobre la barca junto a Jesús y los discípulos. Intentemos vivir con ellos todo lo que está aconteciendo y de poner atención a la conducta de Jesús y a la reacción de los discípulos.

b) Una división del texto para ayudarnos en la lectura:
Marcos 4,35-36: Jesús decide pasar a la otra orilla del lago
Marcos 4,37-38: Una improvisada tormenta pone en peligro la vida de todos
Marcos 4,39- 40: Jesús calma la tormenta y critica la falta de fe
Marcos 4,41: Temor y poca comprensión por parte de los discípulos

c) Para profundizar

 

Salmo 107

¡Si las aguas se agitan, Dios nos protege!

¡Den gracias a Yahvé por su amor,
por sus prodigios en favor de los hombres!
Ofrezcan sacrificios de acción de gracias,
pregonen sus obras con gritos de alegría.

Se hicieron a la mar con sus naves,
comerciando por todo el océano,
y vieron las obras de Yahvé,
todas sus maravillas en el piélago.

A su voz, un viento de borrasca
hizo encresparse a las olas;
al cielo subían, bajaban al abismo,
su espíritu se hundía bajo el peso del mal;
daban vuelcos, vacilaban como ebrios,
no les valía de nada su pericia.

Pero clamaron a Yahvé en su apuro,
y él los libró de sus angustias.
A silencio redujo la borrasca,
las olas callaron a una.

Ellos se alegraron al verlas calmarse
y él los llevó al puerto deseado.

¡Den gracias a Yahvé por su amor,
por sus prodigios en favor de los hombres!
¡Alábenlo en la asamblea del pueblo,
en el concejo de ancianos lo celebren!

Él cambia los ríos en desierto,
en puro sequedal los manantiales,
la tierra fértil en salinas,
cuando obran el mal sus habitantes.

Pero cambia el desierto en estanque,
la árida tierra en manantial;
asienta allí a los hambrientos,
para que funden ciudades habitadas.

Siembran campos y plantan viñas,
producen frutos en tiempo de cosecha.
Él los bendice y se multiplican,
no deja que mengüen sus ganados.

Menguados estaban y abatidos,
presa del mal y la aflicción.
El que vierte desprecio sobre príncipes,
los extraviaba por yermos sin camino.

Pero recobra al pobre de la miseria,
aumenta sus clanes como un rebaño;
los rectos lo ven y se alegran,
los malvados se tapan la boca.

¿Quién es sabio? ¡Que guarde estas cosas,
y medite en el amor de Yahvé!

 

Señor Jesús, te damos gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la voluntad del Padre.

Haz que tu Espíritu ilumine nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir lo que Tu Palabra nos ha hecho ver.

Haz que nosotros como María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también poner en práctica la Palabra.

Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los siglos de los siglos. Amén

 

TOMADO DE: Página Oficial Orden de Carmelitas

SITIO WEB: http://www.ocarm.org