PRESENTACIÓN
La
Sabiduría es un atributo de Dios.
El
autor del libro de los Proverbios llaga a personificarla
para hacer más eficaces las llamadas de Dios a la
humanidad.
Dios
está en medio de nosotros, "se ha construido su
casa plantando siete columnas". Quiere que nos
sentemos con él a su mesa, al banquete que nos ha
preparado para alimentarnos desde dentro.
El
banquete es un momento privilegiado de compartir, de
unión, de amistad y cercanía. Y eso es lo que Dios
quiere para nosotros, esa es la verdadera sabiduría.
Esa
sabiduría divina no la dan títulos universitarios,
tampoco está destinada para los autosuficientes, para
los preocupados únicamente de sí mismos.
Como
en el evangelio el rey envió criados a los caminos a
llamar a todos los que encuentren, también aquí
"ha despachado sus criadas para que lo anuncien en
los puntos que dominan la ciudad".
Son
los pobres, los sencillos, los "inexpertos",
los "faltos de juicio", a quienes ha llamado a
la mesa de la sabiduría, a su mesa.
Quien
se sienta en la mesa del Señor y se alimenta de él, es
el verdaderamente sabio.
"Gracias, Padre, porque has escondido estas cosas a los
"sabios" y entendidos y las has revelado a la gente
sencilla"

Danos tu sabiduría
a nosotros inexpertos y faltos de juicio, pues nos vamos
tras otras "sabidurías"
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LIBRO
DE LOS PROVERBIOS 9,
1-6
Comed
de mi pan y bebed el vino que he mezclado
La sabiduría
se ha construido su casa plantando siete columnas,
ha preparado el banquete, mezclado el vino y
puesto la mesa; ha despachado a sus criados para
que lo anuncien en los puntos que dominan la
ciudad: "Los inexpertos que vengan aquí,
quiero hablar a los faltos de juicio: "Venid
a comer de mi pan y a beber el vino que he
mezclado; dejad la inexperiencia y viviréis,
seguid el camino de la prudencia.""
Palabra
de Dios
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