PRESENTACIÓN
Este
pasaje cierra el primero de los grandes discursos que
constituyen el Deuteronomio.
El
Deuteronomio reflexiona sobre los grandes
acontecimientos del Éxodo, sobre las hazañas del
Señor y el gran momento del Pacto del Sinaí.
El
texto que ha llegado a nosotros ha tenido varios
momentos de elaboración y reelaboración.
La
reflexión de hoy estaría hecha, posiblemente, en el
destierro. Sin Templo, sin Ciudad Santa, les queda la
Ley, la Toráh. En ella, su Dios, está a su lado.
Él
es todo para ellos y ellos deben ser totalmente para
él. Todos los bienes les vendrán si escuchan y cumplen
sus "mandatos y decretos".
Esta
unión de fe y vida con Dios es la auténtica
sabiduría.
Están
viviendo en tierra de paganos y ante ellos deben ser
portadores de su fe en un Dios cercano, que camina con
ellos; que no es un dios de oro, plata, piedra o madera.
Todos tienen que reconocer que vivir según las leyes de
Dios es de personas sabias e inteligentes.
La
cercanía de Dios a su pueblo en tiempos de Moisés y el
compromiso de cumplir sus mandatos como respuesta a ese
Dios liberador, no fue sólo para los tiempos del
Éxodo, sino que el pueblo debe vivirlo en todo momento
y circunstancia, también en las épocas difíciles, aun
en el destierro.
Porque
Dios sigue ahí, a su lado.

Sólo
escuchando tu palabra y viviendo según ella, estaré
cerca de Ti, seré verdaderamente sabio e inteligente
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LIBRO
DEL DEUTERONOMIO 4,
1-2. 6-8
No añadáis
nada a lo que os mando. . ., así cumpliréis los
preceptos del Señor.
Moisés habló al
pueblo, diciendo: - "Ahora, Israel, escucha
los mandatos y decretos que yo os mando cumplir.
Así viviréis y entraréis a tomar posesión de
la tierra que el Señor, Dios de vuestros padres,
os va a dar. No añadáis nada a lo que os mando
ni suprimáis nada; así cumpliréis los preceptos
del Señor, vuestro Dios, que yo os mando hoy.
Ponedlos por obra, que ellos son vuestra sabiduría
y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos
que, cuando tengan noticia de todos ellos, dirán:"Cierto
que esta gran nación es un pueblo sabio e
inteligente."Y, en efecto, ¿hay alguna nación
tan grande que tenga los dioses tan cerca como lo
está el Señor Dios de nosotros, siempre que lo
invocamos? Y, ¿cuál es la gran nación, cuyos
mandatos y decretos sean tan justos como toda esta
ley que hoy os doy?"
Palabra
de Dios
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