
EL BANQUETE DEL
SEÑOR
Miguel Payá -
Página franciscanos
Capítulo VI
LA CELEBRACIÓN
Haced esto en memoria mía
2. POSTURAS Y GESTOS
LITÚRGICOS
b) Posturas litúrgicas
1. De pie: es
la postura litúrgica fundamental, porque tiene un
significado muy rico:
a) Ante
todo, y en su sentido más natural, es signo de respeto: nos
ponemos de pie ante una persona que queremos honrar. Por eso
nos ponemos de pie a la entrada y salida del celebrante y
durante la proclamación del evangelio.
b) Es
también la postura normal de la oración, tanto judía como
cristiana. Por eso el presidente y los fieles estamos de pie
durante las oraciones solemnes.
c) Es
la postura pascual por excelencia: como Cristo nos ha
liberado del pecado y de la muerte, ya no somos esclavos,
sino hijos que se acercan a Dios con una gran confianza. Por
eso la liturgia antigua prohibía arrodillarse los domingos.
d) Es
también la postura de los que esperan la bienaventuranza
eterna, porque es la actitud de acción de gracias de los
elegidos en el cielo: «Miré y vi una muchedumbre enorme que
nadie podía contar..., estaban de pie delante del trono y
del Cordero» (Ap 7,9).
2. De rodillas: es
la otra postura cristiana para la oración, que tiene también
dos sentidos diferentes:
a) Es
postura de humildad y arrepentimiento, para reconocer que el
pecado nos ha derribado por tierra. Por eso la utilizamos
para actos y momentos de penitencia.
b) Pero
es también actitud de reconocimiento de la grandeza de Dios
y de petición. En este sentido la utilizaron los apóstoles:
«Pedro echó a todos fuera, se arrodilló y oró» (Hch 9,40).
«Cuando terminó de hablar (Pablo), se puso de rodillas y oró
con todos ellos» (Hch 20,36). Por eso los cristianos la
utilizamos mucho en la oración individual. En la Eucaristía
sólo la utilizamos en el momento de la consagración.