PRESENTACIÓN
La acción de gracias de
un Rey de Israel. El país estaba en extremo peligro: los
enemigos amenazaban... Aparecía la muerte... Los "lazos
mortales me rodeaban"... El pueblo de Israel quizá, iba
a desaparecer. El rey (se habla aquí de David) se puso
al frente de sus ejércitos y logró la victoria. Ahora,
celebrando la reciente victoria, sube al Templo para
ofrecer un "sacrificio de acción de gracias", y cumplir
un voto que él había hecho en el momento de peligro.
Está rodeado de toda la muchedumbre, de pobres (los
Anawim citados en este salmo). Llega ante el altar.
Empieza a cantar su acción de gracias: he ahí la puesta
en escena, el revestimiento de este salmo. Estos
detalles concretos tienen un significado más profundo,
en forma de "parábolas".
Lo fundamental: acción
de gracias por la liberación, por la Alianza, por toda
la historia escatológica. Este salmo fue compuesto con
toda seguridad después del exilio, por consiguiente, en
una época en que ya no había reyes... Más admirable aún,
en una época en que Israel lejos de ser vencedor, está
"ocupado" y "oprimido" por los invasores. ¿Se trata de
una fábula? No, porque mediante este "Midrash" esta
"parábola" de David vencedor (¡los judíos no eran
víctimas del genero literario, épico, lírico, que
empleaban! )...
Los judíos celebraban
no tal o cual victoria histórica, sino la "victoria
escatológica", la victoria final de Dios por su Mesías:
el "rey" que habla aquí, es este "rey del futuro" que
establecerá el "Reino de Dios". El salmista, no conoció
anticipadamente a Jesús de Nazareth, su muerte y su
Resurrección, pero era a "El" a quien esperaba.
Recitando este salmo, nosotros cristianos, somos fieles
al pensamiento profundo del salmista. De hecho, este
salmo recapitula todos los beneficios de Dios en favor
de su pueblo. En la figura de David vencedor, se celebra
la victoria de LA HUMANIDAD DEL MAÑANA CONTRA EL MAL
MEDIANTE LA AYUDA DEL ENVIADO DE DIOS.
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SALMO
17
R/.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
Yo te amo,
Señor, tú eres mi fortaleza,
Señor, mi roca, mi alcázar, mi
libertador.
Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo
mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte.
R/.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
Invoco al Señor
de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos.
R/.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
Viva el Señor,
bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido.
R/.
Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.
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