PRESENTACIÓN
Dentro
de la imagen que se tiene la tierra, el fin del mundo se
asemejará a un derrumbe, como cuando en un terremoto se
parten las columnas de un edificio y se viene abajo todo lo
que sostienen.
La
bóveda celeste se vendrá abajo con el sol la luna, las
estrellas y las aguas de arriba.
Entonces
quedará al descubierto, a la vista, la morada de Dios y, en
ella, el Hijo del Hombre sobre las nubes con gran poder y
majestad, como anunciaba ya el libro de Daniel.
Ha
llegado el día definitivo en el que Jesús se manifestará
como Señor y en él aparecerá la gloria misma de Dios.
Ha
llegado el día de la reunión de todos los elegidos.
Ha
llegado el día de la cosecha y, por tanto, del juicio, de
la separación del trigo y la cizaña.
¿Y
cuándo sucederá esto? De aquel día y de aquella hora
nadie sabrá nada.
Por
lo tanto hay que caminar en la esperanza de la vuelta del
Señor; pero esta esperanza debe ir acompañada de la
vigilancia, como tantas veces nos lo dijo Jesús.
La
vigilancia significa vivir alejado del pecado y pasar por el
mundo haciendo el bien.
Si
no sabemos el cuándo, sí tenemos la certeza de la vuelta
del Señor, pues sus palabras no pasarán.
Y
si el día y la hora nadie la sabe, habrá que estar
preparados.

Lo importante es,
Señor, que en aquel día reunirás a tus elegidos.
No
importa ni el cuándo ni el cómo; como el brote
de las yemas del árbol anuncia el verano, tus
palabras anuncian nuestra nueva vida.
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LECTURA DEL
SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 13, 24-32
Reunirá
a los elegidos de los cuatro vientos.
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"En aquellos días, después de esa gran
angustia, el sol se hará tinieblas, la luna
no dará su resplandor, las estrellas caerán
del cielo, los astros se tambalearán.
Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre
las nubes con gran poder y majestad; enviará
a los ángeles para reunir a sus elegidos de
los cuatro vientos, de horizonte a horizonte.
Aprended de esta parábola de la higuera:
Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las
yemas, deducís que el verano está cerca;
pues cuando veáis vosotros suceder esto,
sabed que él está cerca, a la puerta.
Os
aseguro que no pasará esta generación antes
que todo se cumpla.
El cielo y la tierra pasarán,
mis palabras no pasarán, aunque el día y la
hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo
ni el Hijo, sólo el Padre."
Palabra
de Dios
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