PRESENTACIÓN
El
texto que se proclama hoy del libro del Apocalipsis,
pertenece al comienzo, al saludo.
El
libro del Apocalipsis está dirigido a cristianos que
empiezan a sufrir por su fe, con el fin de animar su
esperanza.
Les
muestra a Cristo como el modelo a quien están imitando.
El
Señor revela a San Juan "lo que ha de suceder
pronto", porque "el Tiempo está cerca".
Juan
se dirige a siete Iglesias, localizadas en el entorno de
Éfeso, pero, dado que el siete es número de plenitud,
también la carta está dirigida a las Iglesias de todos los
tiempos.
Dos
grandes deseos: gracia y paz de parte de Dios Padre,
"que es, que era y que va a venir", del Espíritu
perfecto, el Espíritu Santo, "los siete
espíritus" y de Jesucristo, el Testigo fiel de los
misterios de Dios, el resucitado como primicia, el Príncipe
de los reyes, es decir, el que murió, resucitó y está
sentado a la derecha del Padre.
A
continuación se resaltan los dones que hemos recibido de
Jesucristo: el amor, la redención ("nos ha lavado con
su sangre") y el habernos asociado a él como reyes y
sacerdotes.
Como
todos estos dones provienen de Dios, se acaba con una
aclamación al Padre: "a él la gloria y el poder por
los siglos de los siglos".
Y
rememorando la imagen del libro de Daniel de la primera
lectura, nos dirá que él "viene en las nubes".
Una
proclamación solemne cierra el saludo de parte de Dios
Padre, del Espíritu y de Cristo. Está puesta en boca de
Dios: Yo soy el Alfa y Omega (el principio y el fin), el
eterno, el Todopoderoso.
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LECTURA DEL
LIBRO DEL APOCALIPSIS 1,
5-8
El
príncipe de los reyes de la tierra nos ha
convertido en un reino y hecho sacerdotes de
Dios
Jesucristo
es el testigo fiel, el primogénito de entre
los muertos, el príncipe de los reyes de la
tierra.
Aquel que nos amó, nos ha librado
de nuestros pecados por su sangre, nos ha
convertido en un reino y hecho sacerdotes de
Dios, su Padre.
A él la gloria y el poder
por los siglos de los siglos. Amén.
Mirad:
Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá;
también los que lo atravesaron.
Todos los
pueblos de la tierra se lamentarán por su
causa.
Sí. Amén. Dice el Señor Dios:
"Yo soy el Alfa y la Omega, el que es,
el que era y el que viene, el
Todopoderoso."
Palabra
de Dios
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