LECTIO DIVINA

 

 

 

 

El pan de la vida Juan 6, 41-51


 

Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría, de ciencia, del entendimiento, de consejo, llénanos, te rogamos, del conocimiento de la Palabra de Dios, llénanos de toda sabiduría e inteligencia espiritual para poderla comprender en profundidad.
Haz que bajo tu guía podamos comprender el evangelio de esta solemnidad mariana.
Espíritu Santo, tenemos necesidad de ti, el único que continuamente modela en nosotros la figura y la forma de Jesús.
Y nos dirigimos a ti, María, Madre de Jesús y de la Iglesia, que has vivido la presencia desbordante del Espíritu Santo, que has experimentado la potencia de su fuerza en ti, que las has visto obrar en tu Hijo Jesús desde el seno materno, abre nuestro corazón y nuestra mente para que seamos dóciles a la escucha de la Palabra de Dios.
 

Texto

39 En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá;

40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.41 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo

42 y exclamó a gritos: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno;

43 y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?

44 Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.

45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!»

46 Y dijo María: «Alaba mi alma la grandeza del Señor

47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador

48 porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,

49 porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre

50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.

51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero.

52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.

53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías.

54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia

55 -como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abrahán y de su linaje por los siglos.»

56 María se quedó con ella unos tres meses, y luego se volvió a su casa
 

para conseguir depositar la Palabra en nuestro corazón

 

Algunas preguntas para recoger del texto los núcleos importantes y comenzar a asimilarlos.

- Mi oración ¿es ante todo expresión de un sentimiento o celebración y reconocimiento de la acción de Dios?

- Maria es presentada como la creyente en la Palabra del Señor. ¿Cuánto tiempo dedico a escuchar la Palabra de Dios?

- ¿Tu oración se alimenta de la Biblia, como ha hecho María? ¿O mejor me dedico al devocionismo que produce oraciones incoloras e insípidas? ¿Te convences que volver a la plegaria bíblica es seguridad de encontrar un alimento sólido, escogido por María misma?

- ¿Está en la lógica del Magnificat que exalta el gozo del dar, del perder para encontrar, del acoger, la felicidad de la gratuidad, de la donación?

 

a) Clave de lectura:

El sexto capítulo del evangelio de Juan presenta un carácter unitario que desarrollándose en torno al tema de la fiesta de la Pascua, análogamente se articula a través de un prodigio ( 5, 1-9a 6,1-15) a quien sigue un discurso (5,16-47; 6,22-59).

Presenta una parte de la actividad de Jesús en Galilea y precisamente el momento culminante: Jesús se autorevela como pan de vida para ser creído y comido para poder ser salvos.

En los vv. 1-15 encontramos el gran signo de la multiplicación de los panes cuyo significado viene desvelado por el discurso del día siguiente en los vv. 26-59: el don del pan para el hambre del pueblo prepara las palabras sobre el pan de la vida eterna.

Entre los vv. 16-21 tenemos la narración del camino de Jesús sobre las aguas.

En los v. 60-71 Jesús invita a los discípulos a decidirse, ya conociendo su incredulidad (vv. 60-66), ya solicitando la fe de los doce (vv. 66-71).

El discurso completo sobre el pan de vida (6,25-71) presenta semejanzas con algunos testimonios judaicos, de modo particular de Filón.

b) Una división del texto para ayudarnos en su lectura:

vv. 1-4: introducción temporal, geográfica y litúrgica

vv. 5-10: diálogo preparatorio entre Jesús y sus discípulos

vv. 11-13: el alimento "multiplicado" es sobreabundante

vv. 14-15: reacciones de Jesús y de la gente.

c) Para aquéllos que desean profundizar más en el tema

 

 

Salmo 44 (45), 10-11; 12; 15b-16

El salmo, en esta segunda parte, glorifica a la reina.

En la liturgia de hoy estos versículos son aplicados a María y celebran su belleza y grandeza.

Entre tus predilectas hay hijas de reyes, la reina a tu derecha, con oro de Ofir.

Escucha, hija, mira, presta oído, olvida tu pueblo y la casa paterna,
que prendado está el rey de tu belleza.
El es tu señor, ¡póstrate ante él!
La siguen las doncellas, sus amigas,
que avanzan entre risas y alborozo al entrar en el palacio real.

La oración que sigue es una breve meditación sobre el papel materno de María en la vida del creyente: “María, mujer que sabe gozar, que sabe alegrarse, que se deja invadir por la plena consolación del Espíritu Santo, enséñanos a orar para que podamos también nosotros descubrir la fuente del gozo.
En la casa de Isabel, tu prima, sintiéndote acogida y comprendida en tu íntimo secreto, prorrumpiste en un himno de alabanza del corazón, hablando de Dios, de ti en relación con Él y de la inaudita aventura ya comenzada de ser madre de Cristo y de todos nosotros, pueblo santo de Dios.
 Enséñanos a dar un ritmo de esperanza y gritos de gozos a nuestras plegarias, a veces estropeada por amargos lloros y mezcladas de tristeza casi obligatoriamente.
El Evangelio nos habla de ti, María, y de Isabel; ambas custodiabais en el corazón algo, que no osabais o no queríais manifestar a nadie.
Cada una de vosotras se sintió sin embargo comprendida por la otra en aquel día de la visitación y tuvisteis palabras y plegarias de fiesta.
Vuestro encuentro se convirtió en liturgia de acción de gracias y de alabanza al Dios inefable.
Tú, mujer del gozo profundo, cantaste el Magnificat, sobrecogida y asombrada por todo lo que el Señor estaba obrando en la humilde sierva.
 Maginificat es el grito, la explosión de gozo, que resuena dentro de cada uno de nosotros, cuando se siente comprendido y acogido.”

 

La Virgen María, templo del Espíritu Santo, ha acogido con fe la Palabra del Señor y se ha entregado completamente al poder del Amor.
Por este motivo se ha convertido en imagen de la interioridad, o sea toda recogida bajo la mirada de Dios y abandonada a la potencia del Altísimo.
 María no habla de sí, para que todo en ella pueda hablar de las maravillas del Señor en su vida.

 

TOMADO DE: Página Oficial Orden de Carmelitas

SITIO WEB: http://www.ocarm.org