INSTRUCCIÓN
GENERAL DEL MISAL ROMANO
Capítulo V
DISPOSICIÓN Y ORNATO DE LAS IGLESIAS
PARA LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA
III. DISPOSICIÓN DE LA IGLESIA
LUGAR DE LA RESERVA DE LA SANTÍSIMA
EUCARISTÍA
314. Para cualquier estructura de la
iglesia y según las legítimas costumbres de los lugares,
consérvese el Santísimo Sacramento en el Sagrario, en la parte
más noble de la iglesia, insigne, visible, hermosamente adornada
y apta para la oración.[125]
Como norma general, el tabernáculo debe
ser uno solo, inamovible, elaborado de materia sólida e
inviolable, no transparente y cerrado de tal manera que se evite
al máximo el peligro de profanación.[126]
Conviene, además, que se bendiga según el rito descrito en el
Ritual Romano antes de destinarlo al uso litúrgico.
[127]
315. Por razón del signo conviene más que
en el altar en el que se celebra la Misa no haya sagrario en el
que se conserve la Santísima Eucaristía.[128]
Por esto, es preferible que el
tabernáculo, sea colocado de acuerdo con el parecer del Obispo
diocesano:
a) o en el presbiterio, fuera del
altar de la celebración, en la forma y en el lugar más
convenientes, sin excluir el antiguo altar que ya no se
emplea para la celebración (cfr. n. 303)
b) o también en alguna capilla idónea
para la adoración y la oración privada de los fieles,[129]
que esté armónicamente unida con la iglesia y sea visible
para los fieles.
316. Cerca del sagrario, según la
costumbre tradicional, alumbre permanentemente una lámpara
especial, alimentada con aceite o cera, por la cual se indique y
honre la presencia de Cristo.[130]
317. Tampoco se olviden de ninguna manera
las demás cosas que para la reserva de la Santísima Eucaristía
se prescriben según las normas del Derecho.[131]