
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros
corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y
nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere
decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda
nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
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Texto
“Ver con los
ojos del corazón, lo que dice el texto”
Del Evangelio de san Lucas (Lc 2,
16-21)
16 Fueron rápidamente, y
encontraron a María y a José, y vieron al niño acostado
en el pesebre.
17 Luego contaron lo que había
sido anunciado a ellos sobre este niño.
18 Todos los que escucharon a los
pastores quedaron asombrados,
19 pero María guardaba todas estas
cosas meditando sobre ellas en su corazón.
20 Los pastores regresaron a los
campos, glorificando y alabando a Dios por lo que habían
escuchado y visto, tal como les había sido anunciado.
21 Cuando se cumplieron los ochos
días llegó el momento de circuncidar al niño y lo
llamaron Jesús, porque el ángel le había dado ese nombre
al niño antes de que él fuera concebido en el vientre.
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para conseguir depositar
la Palabra en nuestro corazón
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“Dejarnos penetrar por
la Palabra, cuestionar nuestra vida a la luz de la
Palabra”
Leemos y
releemos (manducamos, rumiamos) el pasaje como para
aprenderlo de corazón. ¿Qué me dice el texto?
¿Qué cristianos se apresuran hoy
cuando se trata de las cosas de Dios? ¿Y yo, me apresuro
por acercarme a Jesús del mismo modo que los pastores de
Belén? ¿Qué cosas hoy me ponen a prisa, o me hacen "ir
detrás de" y al fin de cuentas no vale la pena?
¿Y a mí que me dijeron de Jesús?
¿Recuerdo cómo lo conocí, quienes fueron los primeros
que me hablaron de Él o como entro en mi corazón? ¿Me
quedo en el acercarme a Jesús y conocerlo o doy el paso
que los pastores dieron dando testimonio de Jesús ¿Qué
me frena a hablar de Jesús? ¿Qué puedo decir de Él y de
qué forma hacerlo?
¿Qué me dice a mí la imagen de
María que conserva todo en su corazón? ¡También yo me
pierdo en el bullicio o en la algarabía que no me
permite concentrarme en la central? ¿Qué debo guardar y
meditar en mi corazón? ¿Me doy tiempo para contemplar
las cosas que vivo a diario, o la presencia de Dios que
pasa por mi vida cada día?
¿Vivo la alabanza y la acción de
gracias como parte de mi vida espiritual? ¿Cuáles son
las razones que tengo hoy para alabar a Dios? ¿Y para
darle gracias?
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LECTURA: ¿Qué dice el
texto?
Este es el domingo
posterior a Navidad, y en esta oportunidad celebramos la
festividad de María Madre de Dios como cada primero de
enero de cada año. Antes de comenzar con un breve
estudio del evangelio de este día, vale decir que esta
celebración tiene ya origen ya desde los primeros
tiempos debido al título que le concedía la iglesia
temprana a María en el Concilio de Éfeso en el año 431,
y que los cristianos tenían en su devoción llamar a
María bajo este título de "Madre de Dios".
El texto del día de hoy nos sitúa
nuevamente en el nacimiento de Jesús. Son los pastores
de Belén los primeros en acercarse a Jesús, ellos son
considerados parte de los últimos o de los pobres del
pueblo y muchas veces despreciados por tal motivo. La
imagen de los pastores que corren presurosos al pesebre
ante la noticia del nacimiento del Mesías nos recuerda a
María que del mismo modo corre presurosa ante la noticia
del embarazo de su prima Isabel. Los pastores se
apresuraron por curiosidad humana, para ver aquello tan
grande que se les había anunciado, llenos de ilusión
porque ahora había nacido verdaderamente el Salvador, el
Mesías, el Señor que todo el mundo estaba esperando, y
que ellos eran los primeros en poderlo ver.
Y al verlo lo encontraron en el
pesebre junto a sus padres María y José. Es decir
encontraron la señal que el mismo Ángel les había dado
encontraran a un niño nacido envuelto en pañales y
acostado en un pesebre". Esto es un signo de
reconocimiento, una descripción de lo que se podía
constatar a simple vista. Para los pastores que habían
visto el resplandor de Dios sobre sus campos, esta señal
es suficiente. Ellos ven desde dentro. Y esto es lo que
ven: lo que el ángel ha dicho es verdad. Así los
pastores vuelven con alegría. Dan gloria y alaban a Dios
por lo que han visto y oído.
María, vive con profundidad estos
momentos de la vida de su hijo. En contraste las
reacciones de admiración en la algarabía de los
presentes ante el pesebre, el silencio de María penetra
el sentido de lo que ha sucedido. Precisamente ella, a
quien se le había anunciado la gran dignidad de su Hijo
nueve meses atrás, ahora, después de largo adviento, lo
tiene ante sus ojos. Ella sostiene una tensión mental,
afectiva y espiritual hacia Jesús; se vuelva sobre él.
También "las meditaba en su corazón".
La circuncisión de Jesús está
prevista dentro de la ley de Israel. El octavo día es el
de la circuncisión. Así, Jesús es acogido formalmente en
la comunidad de las promesas que proviene de Abraham;
ahora pertenece también jurídicamente al pueblo de
Israel.
Preguntas para recordar el texto
bíblico:
¿A quiénes encontraron los
pastores al llegar al pesebre?
¿Y al llegar que cosas se pusieron
a contar? ¿De qué forma reaccionaban los presentes ante
esto?
¿Cómo vivía María este momento de
su vida?
¿Qué hacen los pastores al volver?
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“Le hablo al Señor,
escucho el yo de Jesús y mi yo para llegar a una
intimidad de amor”
Orar, es responderle al Señor que
nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra
Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el
mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al
Señor.
Tú Niño Jesús, que has venido a
iluminar mi oscuridad, haz que comprenda y conozca que
eres Dios. Tan pequeño y tan infinito. Tan humilde y tan
poderoso. Tan desconcertante y tan adecuado para hacerme
crecer en el Amor.
Tú Señor que eres la Paz sana mi
corazón de las heridas que me han provocado
resentimientos, rencores, odios, miedos y perversidades.
Lléname de tu paz y convierte mi corazón de piedra en un
corazón de carne. Realmente que experimente un nuevo
nacimiento en la misericordia de Dios Padre.
Deseo ser un mensajero de paz, un
heraldo de tu Palabra Señor. Encárnate en mi Jesús. Tus
Palabras salgan de mi boca como saetas de amor capaces
de sembrar nueva vida en aquellos corazones, tristes y
desangrados. Padre Santo quiero ser luz del mundo para
que todos crean que Tú enviaste a Cristo para salvarnos.
Amén
Hacemos un momento de silencio y
reflexión para responder al Señor. Hoy damos gracias por
su resurrección y porque nos llena de alegría. Añadimos
nuestras intenciones de oración.
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CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo
interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?
“Entrar en la luz que ha
dejado la Palabra en mi mente y mirarle a Jesús con paz
y amor, con silencio y suavidad”
Para el momento de la contemplación podemos repetir
varias veces este versículo del Evangelio para que vaya
entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
«María guardaba todas
estas cosas meditando sobre ellas en su corazón»
(Versículos 19)
Y así, vamos pidiéndole al Señor ser testigos de la
resurrección para que otros crean.
ACCIÓN
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no
cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
En lo personal, vuelvo a leer detenidamente la
lectura. Hoy me comprometo a vivir este año nuevo
teniendo presente a los pastores de Belén, es decir,
acercarme siempre a Jesús, dar testimonio de su persona,
y alabarlo en acción de gracias. Uno este plan de vida
espiritual a actos de caridad concretos.
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TOMADO DE:
Cristonautas |
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