
Mt 6, 1-6. 16-18
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los
hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario no
tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los
cielos.
Por tanto, cuando hagas limosna, no lo vayas
trompeteando por delante como hacen los hipócritas en
las sinagogas y por las calles, con el fin de ser
honrados por los hombres; en verdad os digo que ya
reciben su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna,
que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha;
así tu limosna quedará en secreto; y tu Padre, que ve en
lo secreto, te recompensará.
«Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que
gustan de orar en las sinagogas y en las esquinas de las
plazas bien plantados para ser vistos de los hombres; en
verdad os digo que ya reciben su paga. Tú, en cambio,
cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de
cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo
secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.
«Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los
hipócritas, que desfiguran su rostro para que los
hombres vean que ayunan; en verdad os digo que ya
reciben su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfuma
tu cabeza y lava tu rostro, para que tu ayuno sea visto,
no por los hombres, sino por tu Padre que está allí, en
lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te
recompensará.

Un momento de silencio orante para que la Palabra de
Dios pueda entrar en nosotros e iluminar nuestra vida.

a) ¿Cuál es el punto del texto que más te ha llamado la
atención o que te ha gustado más?
b) ¿Cómo entender la advertencia inicial hecha por
Jesús?
c) ¿Qué critica y qué enseña Jesús sobre la limosna? Haz
un resumen para ti
d) ¿Qué critica y qué enseña Jesús sobre la oración? Haz
un resumen para ti
e) ¿Qué critica y que enseña Jesús sobre el ayuno? Haz
un resumen para
t
a) Clave de lectura:
El
evangelio de este Miércoles de Ceniza está sacado del
Sermón de la Montaña y quiere ofrecernos una ayuda para
hacernos entender cómo practicar las tres obras de
piedad: oración, limosna y ayuno y cómo utilizar bien el
tiempo de Cuaresma.
El modo
de cumplir estas tres obras ha cambiado mucho a través
de los siglos, según las culturas y costumbres de los
pueblos y la salud de las personas. Hoy las personas más
ancianas recuerdan el ayuno severo y obligatorio de
cuarenta días durante toda la cuaresma.
A pesar
de los cambios en el modo de practicar las obras de
piedad, queda la obligación humana y cristiana (I) de
compartir nuestros bienes con los pobres (limosna), (II)
de vivir en contacto con el Creador (oración) y (III) de
saber controlar nuestro ímpetu y nuestros deseos
(ayuno).
Las
palabras de Jesús que meditamos pueden hacer surgir en
nosotros la creatividad necesaria para encontrar nuevas
formas para vivir estas tres prácticas tan importantes
de la vida cristiana.
b) Una división del texto para
ayudarnos en su lectura:
Mateo
6,1: La clave general para entender la enseñanza que
sigue
Mateo 6,
2: Cómo no hacer limosna
Mateo
6,3-4: Cómo hacer limosna
Mateo
6,5: Cómo no orar
Mateo
6,6: Cómo orar
Mateo
6,16. Cómo no hacer ayuno
Mateo
6,17-18: Cómo hacer ayuno
c)
Comentario del texto
Mateo 6,1: La clave general para entender la enseñanza
que sigue Jesús dice: “Cuidad de no practicar vuestra
justicia delante de los hombres, para ser vistos por
ellos; de lo contrario no tendréis recompensa de vuestro
Padre que está en los cielos”. La justicia de la que
habla Jesús consiste en conseguir el lugar donde Dios
nos quiere. El camino para llegar allí está expresado en
la Ley de Dios. Jesús avisa del hecho de que no se debe
observar la ley para ser elogiados de los hombres. Antes
había dicho: “Si vuestra justicia no supera la justicia
de los doctores de la ley y de los fariseos, no
entraréis en el Reino de los cielos” (Mt 5,26). Cuando
leemos esta frase, no debemos pensar sólo en los
fariseos del tiempo de Jesús, sino más bien en el
fariseo que duerme en cada uno de nosotros. Si José,
esposo de María, hubiese seguido la justicia de la ley
de los fariseos, hubiera debido denunciar a María. Pero
él era “justo” (Mt 1,19), poseía ya la nueva justicia
anunciada por Jesús. Por esto transgredió la antigua ley
y salva la vida de María y de Jesús. La nueva justicia
anunciada por Jesús reposa sobre otra base, sale de otra
fuente. Debemos construir nuestra seguridad desde
dentro, no en lo que nosotros hacemos por Dios, sino en
lo que Dios hace por nosotros. Y esta es la clave
principal para entender la enseñanza de Jesús sobre las
obras de piedad. En todo lo que sigue, Mateo aplica este
principio general a la práctica de la limosna, de la
oración y del ayuno. Desde el punto de vista didáctico,
primero dice cómo no debe ser, y luego enseguida enseña
cómo debe ser.
Mateo 6,2: Cómo no hacer limosna El modo errado de hacer
limosna, sea en tiempos pasados como hoy, es el de usar
un modo vistoso, para ser reconocido y aclamado por los
otros. A veces sobre los bancos de la iglesia se ven
escritas estas palabras: “Obsequio de la familia tal”.
En televisión, a los políticos les gusta mostrarse como
grandes benefactores de la humanidad en las
inauguraciones de obras públicas al servicio de la
comunidad. Jesús dice: “ Aquellos que así obran, ya han
recibido su recompensa”
. Mateo 6,3-4: Cómo hacer limosna El modo correcto de
hacer limosna es éste: “Que tu mano izquierda no sepa lo
que hace la derecha”. O sea, debo dar limosna de tal
modo que ni yo tenga la sensación de estar haciendo una
cosa buena, que merece una recompensa por parte de Dios
y elogio por parte de los hombres. La limosna es una
obligación. Es una forma de compartir algo que tengo,
con aquéllos que no tienen nada. En una familia, lo que
es de uno es de todos. Jesús elogia el ejemplo de la
viuda, que daba hasta lo que le era necesario (Mc
12,44).
Mateo 6,5: Cómo no orar Hablando de algunos modos
equivocados de orar, Jesús menciona algunos usos y
costumbres raras de aquella época. Cuando se tocaba la
trompeta para la oración de la mañana, del mediodía o de
la tarde, había gente que le gustaba encontrarse en
mitad de la calle para orar solemnemente con los brazos
abiertos haciéndose así ver de todos y ser considerados,
de esta forma, como gente piadosa. Otros en la sinagoga,
asumían posturas extravagantes, para llamar la atención
de la comunidad.
Mateo 6,6: Cómo orar Para no dejarnos dudas, Jesús
exagera sobre cómo orar. Dice que se necesita orar, en
secreto, solo delante de Dios Padre. Ninguno te verá.
Incluso, para los otros, tú serás alguien que no reza.
¡No importa! También de Jesús dijeron: “No es de Dios”.
Y esto porque Jesús oraba mucho de noche y no le
importaba la opinión de los demás. Lo que importa es
tener la conciencia en paz y tener la certeza de que
Dios es el Padre que me acoge y no a partir de lo que
hago por Dios o a partir de la satisfacción que busco en
el hecho de que otros me aprecian como una persona pía
que ora.
Mateo 6,16: Cómo no ayunar Jesús critica las prácticas
equivocadas del ayuno. Había gente que se desfiguraban
el rostro, no se lavaban, usaban vestidos rotos, no se
peinaban, de modo que todos pudiesen ver que estaban
ayunando y de un modo perfecto.
Mateo 6,17-18: Cómo ayunar Jesús recomendaba lo
contrario. Cuando tú ayunes derrama perfume sobre tu
cabeza, lávate la cara, de modo que ninguno se dé cuenta
de que estás ayunando, sino sólo tu Padre que está en
los cielos. Como decíamos antes, se trata de un camino
nuevo de acceso al corazón de Dios que se abre delante
de nosotros. Jesús, para asegurarnos interiormente, no
pide lo que nosotros hacemos por Dios, sino más bien lo
que Dios hace por nosotros. La limosna, la oración y el
ayuno no son dineros para comprar el favor de Dios, sino
sólo la respuesta de gratitud al amor recibido y
experimentado

Oración de un Salmo:
Salmo 40 (39) Anunciar la gran justicia de Dios
Yo esperaba impaciente a Yahvé:
hacia mí se inclinó y escuchó mi clamor.
Me sacó de la fosa fatal, del fango cenagoso;
asentó mis pies sobre roca, afianzó mis pasos.
Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro
Dios;
muchos verán y temerán, y en Yahvé pondrán su confianza.
Dichoso será el hombre que pone en Yahvé su confianza,
y no se va con los rebeldes que andan tras los ídolos.
¡Cuántas maravillas has hecho, Yahvé, Dios mío,
cuántos designios por nosotros;
nadie se te puede comparar!
Quisiera publicarlos, pregonarlos, mas su número es
incalculable.
No has querido sacrificio ni oblación, pero me has
abierto el oído;
no pedías holocaustos ni víctimas, dije entonces: «Aquí
he venido».
Está escrito en el rollo del libro que debo hacer tu
voluntad.
Y eso deseo, Dios mío, tengo tu ley en mi interior.
He proclamado tu justicia ante la gran asamblea;
no he contenido mis labios, tú lo sabes, Yahvé.
No he callado tu justicia en mi pecho,
he proclamado tu lealtad, tu salvación;
no he ocultado tu amor y tu verdad a la gran asamblea
Y tú, Yahvé, no retengas tus ternuras hacia mí.
Que tu amor y lealtad me guarden incesantes.
Pues desdichas me envuelven en número incontable.
Mis culpas me dan caza y ya no puedo ver;
más numerosas que mis cabellos, y me ha faltado coraje.
¡Dígnate, Yahvé, librarme; Yahvé, corre en mi ayuda! ¡
Queden confusos y humillados los que intentan acabar
conmigo!
¡Retrocedan confundidos los que desean mi mal!
Queden corridos de vergüenza los que me insultan: «Ja,
ja».
¡En ti gocen y se alegren todos los que te buscan!
¡Digan sin cesar: «Grande es Yahvé» los que ansían tu
victoria!
Aunque soy pobre y desdichado, el Señor se ocupará de
mí.
Tú eres mi auxilio y libertador, ¡no te retrases, Dios
mío!

Señor Jesús, te damos
gracia por tu Palabra que nos ha hecho ver mejor la
voluntad del Padre.
Haz que tu Espíritu ilumine
nuestras acciones y nos comunique la fuerza para seguir
lo que Tu Palabra nos ha hecho ver.
Haz que nosotros como
María, tu Madre, podamos no sólo escuchar, sino también
poner en práctica la Palabra.
Tú que vives y reinas con
el Padre en la unidad del Espíritu Santo por todos los
siglos de los siglos. Amén
TOMADO DE:
Página Oficial Orden de Carmelitas
SITIO WEB: http://www.ocarm.org