
CONSTITUCIÓN
"SACROSANCTUM
CONCILIUM"
SOBRE LA SAGRADA
LITURGIA
INTRODUCCIÓN
1. Este
sacrosanto Concilio se propone acrecentar de día en día
entre los fieles la vida cristiana, adaptar mejor a las
necesidades de nuestro tiempo las instituciones que están
sujetas a cambio, promover todo aquello que pueda contribuir
a la unión de cuantos creen en Jesucristo y fortalecer lo
que sirve para invitar a todos los hombres al seno de la
Iglesia. Por eso cree que le corresponde de un modo
particular proveer a la reforma y al fomento de la Liturgia.
La Liturgia en el misterio de la
Iglesia
2.
En
efecto, la Liturgia, por cuyo medio "se ejerce la obra de
nuestra Redención", sobre todo en el divino sacrificio de la
Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles
expresen en su vida, y manifiesten a los demás, el misterio
de Cristo y la naturaleza auténtica de la verdadera Iglesia.
Es característico de la Iglesia ser, a la vez, humana y
divina, visible y dotada de elementos invisibles, entregada
a la acción y dada a la contemplación, presente en el mundo
y, sin embargo, peregrina; y todo esto de suerte que en ella
lo humano esté ordenado y subordinado a lo divino, lo
visible a lo invisible, la acción a la contemplación y lo
presente a la ciudad futura que buscamos. Por eso, al
edificar día a día a los que están dentro para ser templo
santo en el Señor y morada de Dios en el Espíritu, hasta
llegar a la medida de la plenitud de la edad de Cristo, la
Liturgia robustece también admirablemente sus fuerzas para
predicar a Cristo y presenta así la Iglesia, a los que están
fuera, como signo levantado en medio de las naciones, para
que, bajo de él, se congreguen en la unidad los hijos de
Dios que están dispersos, hasta que haya un solo rebaño y un
solo pastor.