
CONSTITUCIÓN
"SACROSANCTUM
CONCILIUM"
SOBRE LA SAGRADA
LITURGIA
CAPÍTULO I
PRINCIPIOS GENERALES PARA LA REFORMA Y FOMENTO DE LA SAGRADA
LITURGIA
I. NATURALEZA DE LA SAGRADA
LITURGIA Y SU IMPORTANCIA EN LA VIDA DE LA IGLESIA
La obra de la salvación se realiza en Cristo
Presencia de Cristo en
la Liturgia
Liturgia terrena y Liturgia
celeste
8. En la Liturgia
terrena preguntamos y tomamos parte en aquella Liturgia
celestial, que se celebra en la santa ciudad de Jerusalén,
hacia la cual nos dirigimos como peregrinos, y donde Cristo
está sentado a la diestra de Dios como ministro del
santuario y del tabernáculo verdadero, cantamos al Señor el
himno de gloria con todo el ejército celestial; venerando la
memoria de los santos esperamos tener parte con ellos y
gozar de su compañía; aguardamos al Salvador, Nuestro Señor
Jesucristo, hasta que se manifieste El, nuestra vida, y
nosotros nos manifestamos también gloriosos con El.
La Liturgia no es la única
actividad de la Iglesia
9. La
sagrada Liturgia no agota toda la actividad de la Iglesia,
pues para que los hombres puedan llegar a la Liturgia es
necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversión:
"¿Cómo invocarán a Aquel en quien no han creído? ¿O cómo
creerán en El sin haber oído de El? ¿Y como oirán si nadie
les predica? ¿Y cómo predicarán si no son enviados?" (Rom.,
10,14-15). Por eso, a los no creyentes la Iglesia proclama
el mensaje de salvación para que todos los hombres conozcan
al único Dios verdadero y a su enviado Jesucristo, y se
conviertan de sus caminos haciendo penitencia. Y a los
creyentes les debe predicar continuamente la fe y la
penitencia, y debe prepararlos, además, para los
Sacramentos, enseñarles a cumplir todo cuanto mandó Cristo y
estimularlos a toda clase de obras de caridad, piedad y
apostolado, para que se ponga de manifiesto que los fieles,
sin ser de este mundo, son la luz del mundo y dan gloria al
Padre delante de los hombres.