EL
GRAN REGALO
El
mundo en el que vivimos se ha convertido en un gran
mercado. Todo se compra y se vende. Cualquier producto
tiene su "made in...". Ya no hay fronteras
para los productos de consumo.
Tener
dinero y consumir se han convertido en símbolos de
nuestro tiempos, en signos de posición y de éxito.
En
este ambiente suenan las palabras de Jesús:
"Vuestro Padre a tenido a bien darnos el
Reino"
El
Reino de Dios se da, se regala. ¿Quién podría comprar
el Reino? Algunos, es verdad, lo han intentado con sus
donativos y limosnas, con sus "ayudas" a la
Iglesia.
El
Reino de Dios hay que desearlo con todo el corazón; por
eso no podemos tener el corazón parcelado, apegado a
las cosas de esta tierra y a la vez al Reino; no podemos
estar atados a nuestros pequeños tesoros, ya que no nos
dejarán despegar para alcanzar el gran tesoro.
Dios
como eje central de nuestra vida. Vivir todos los
momentos y situaciones de la existencia desde Él, desde
su Palabra, desde sus mandamientos, desde el ejemplo de
vida que nos ha dejado en la del Hijo, Jesucristo.
Vivir
desde Él, la familia, las relaciones interpersonales,
los bienes materiales, que se convierten en medios y no
en fines en sí mismos.
Vivir
desde Dios no es abandonar nada ni a nadie, sino darle
un sentido diferente; el sentido que le dan aquellos que
creen que la vida no se agota en esta tierra y que,
cuando nosotros nos vamos más allá, las cosas quedan
acá.
Si
creemos en Dios y en sus promesas, seremos capaces de
poner nuestro corazón en el tesoro del Reino de Dios.
El
Reino, que sabemos que viene, aunque no cuándo llega a
su plenitud, se va construyendo en la medida que
vamos despegando nuestros corazón de las ataduras de
las cosas y lo vamos apegando al Señor.
Dichosos
aquellos que, cuando el Señor venga, estén con la
cintura ceñida y las lámparas encendidas, es decir,
estén preparados. El mismo Señor los sentará a su
mesa y les servirá.
Y
en la Eucaristía tenemos el gran anticipo: el Señor
nos sienta a su mesa, nos sirve, y se da él mismo como
alimento.
El
Reino de Dios es como el tesoro escondido en el campo.
El que lo encuentra, vende todo lo que tiene y compra el
campo. Aprendamos la lección.