LECTIO DIVINA

 

 

 


 


 

Ven Espíritu Santo,

Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.

Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad

para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.

Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.

Amén


 

Texto

Ver con los ojos del corazón, lo que dice el texto”

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 12, 32-48

Estad preparados

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "No temas, pequeño rebaño, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino.

Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos talegas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan los ladrones ni roe la polilla. Porque donde está vuestro tesoro allí estará también vuestro corazón.

Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.

Dichosos los criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; os aseguro que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.

Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.

Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, no le dejaría abrir un boquete.

Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre."

Pedro le preguntó: "Señor, ¿has dicho esa parábola por nosotros o por todos?"

El Señor le respondió: "¿Quién es el administrador fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas?

Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuentre portándose así. Os aseguro que lo pondrá al frente de todos sus bienes.

Pero si el empleado piensa: "Mi amo tarda en llegar", y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, a comer y beber y emborracharse, llegará el amo de ese criado el día y a la hora que menos lo espera y lo despedirá, condenándolo a la pena de los que no son fieles.

El criado que sabe lo que su amo quiere y no está dispuesto a ponerlo por obra recibirá muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, recibirá pocos.

Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá."

Palabra del Señor.

 

para conseguir depositar la Palabra en nuestro corazón

 



1. ¿Dónde está nuestro tesoro en verdad? ¿A dónde hemos depositado nuestra confianza?
2. ¿Cómo llevo mi vida con respecto a los bienes? ¿Las cosas que yo tengo están al servicio del Reino de Dios? ¿Soy generoso con lo que tengo?
3. El Señor dice “donde está tu tesoro allí está tu corazón” ¿Dónde está mi tesoro y mi corazón? ¿Sería importante replantearme este tema?
4. ¿Qué significa estar a la espera de la llegada del Señor? ¿Estoy preparado? ¿Tengo la ropa puesta y la lámpara encendida?
5. ¿Eres tú un administrador fiel y prudente? ¿Qué significará esto en tu vida?
6. ¿Hasta qué punto, tu vida es coherente o llevas una vida disipada? ¿Entiendes lo que pasará si no prestas atención a las palabras del Señor?
7. Embriagarse, no sólo de alcohol, sino llevar una vida sin sentido, olvidándose de lo importante, es lo que nos sugiere este texto. Recordemos que el Señor volverá… ¿estamos preparados? ¿Qué habría que mejorar?
8. Te invitamos a que revises tu vida en relación a lo que sugiere el Señor.
 

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico Sabiduria 18: 6-9; Lc 12:32-48

Podemos pensar que la relación entre la primera lectura y el evangelio está en el tema de velar con confianza, esperando en las promesas de Dios. El Libro de la Sabiduría contiene una gran reflexión sobre la Pascua, es decir, la salvación del pueblo de Dios de la esclavitud en Egipto, lo que constituye la mitad del libro. Israel se diferenciaba de los egipcios; conocía al verdadero Dios, y estaba en la luz, mientras que la oscuridad cubría lo demás de la tierra de Egipto: “solo sobre ellos se extendía pesada noche, imagen de las tinieblas que les esperaban recibir. Aunque ellos a sí mismos se eran más pesados que las tinieblas,” Sb 17:21. Y los israelitas esperaban la salvación y en secreto ofrecían sacrificios, y así cumplían la ley.

Cristo en el evangelio nos pide que velemos, después de amonestarnos a no tener miedo, porque el Padre se ha complacido en darnos ¡el Reino! Debemos acumular tesoros en el cielo, tesoros de buenas obras y especialmente de limosnas, tesoros que estarán seguros del robo y de la polilla.

Debemos de mantener seguro nuestro corazón, donde el tesoro de buscar el Reino y su justicia está, preparados para el regreso del Señor, cuya hora no se sabe.

Seamos como José en el Libro del Génesis, que siendo fiel en el exilio de Egipto y resistiendo a todas las tentaciones, fue elevado a ser el número dos del reino, distribuyendo comida a todos como señor y dueño.

No nos dejemos llevar por la tentación o por el fastidio, el aburrimiento, comenzando a emborracharnos y a golpear a los demás con nuestras palabras o con nuestros puños; la palabra orgía parece venir de la misma raíz que ira (en griego orgue). La borrachera da lugar a la ira (Si 31:30) y a toda clase de desenfreno (Rm 3:13; Ga 5:21), y nos hace perder el sentido de espera de la venida del Señor, que puede ser en cualquier momento “¡Hay que poner atención!”

El Señor es nuestro amigo. Los amigos piensan el uno en el otro, y no se desatienden el uno del otro. Hablando de los pecados involuntarios, Santo Tomás enseña que éstos lastiman el corazón de nuestro Señor, y que no vale decir “me descuidé, lo siento,” pues el dolor del amigo no disminuye porque digamos “no estaba poniendo atención,” ya que es precisamente eso lo que hiere.

Dejamos de ponerle atención a Dios cuando estamos absorbidos por nosotros mismos, como el rico del domingo pasado. Luego el amigo de Dios, el siervo fiel, podrá entrar al gran banquete de gozo de salvación cuando regrese su Señor esperado.

Reconstruimos el texto:

1. ¿Cómo comienza el texto? ¿quién se dirige a Jesús? ¿Qué le pregunta?
2. ¿Cuál es la respuesta de Jesús a esta persona?
3. ¿Qué añadió Jesús para todos los que lo escuchaban? ¿Cuál es la exhortación?
4. ¿Con qué parábola finaliza Jesús este comentario?
5. ¿Qué Síntesis final dijo Jesús?
 


 

“Le hablo al Señor, escucho el yo de Jesús y mi yo para llegar a una intimidad de amor”

Podemos recitar el Salmo 1

1,1: Dichoso
quien no acude a la reunión de los malvados
ni se detiene en el camino de los pecadores
ni se sienta en la sesión de los arrogantes;

1,2: sino que su tarea es la ley del Señor
y susurra esa ley día y noche.

1,3: Será como un árbol plantado junto al río,
que da fruto a su tiempo,
su fronda no se marchita;
en todo lo que hace, prospera.
1,4: No sucede así con los malvados,
serán como paja que lleva el viento.
1,5: Por eso los malvados no se levantarán en el tribunal,
ni los pecadores en la asamblea de los justos.
1,6: Porque el Señor se ocupa del camino de los justos,
pero el camino de los malvados se disolverá.

Amén


 

CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

“Entrar en la luz que ha dejado la Palabra en mi mente y mirarle a Jesús con paz y amor, con silencio y suavidad”

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«Porque donde esté vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón»
(Versículo 34)

«A todo el que se le haya dado mucho, mucho se le pedirá; y al que mucho le han confiado, más se le exigirá»
(Versículo 48)

ACCION:

¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

1. Nos proponemos revisar nuestras cosas, y ver dónde está nuestro tesoro. Ofrecer de lo que tenemos algo para compartir con quien lo necesite. Puede ser algo material, o también nuestro tiempo para compartir con alguien en un hospital, o visitar a personas que están solas y dar de nuestro tiempo para con ellas.


2. Con tu grupo puedes meditar y reflexionar sobre el tema del Evangelio. ¿Dónde ponemos nuestros tesoros y por lo tanto nuestro corazón? Qué pensará el mundo sobre este tema. Entonces como cristianos hacer una cartelera para la comunidad de dónde están los tesoros del mundo, en contrario de los tesoros de la comunidad cristiana. Así vamos distinguiéndonos de los demás.

 

TOMADO DE:  cristonautas