LECTIO DIVINA

 

 

 


 


 

Señor Dios, aquí estamos por abrir las Sagradas Escrituras, queremos pedirte tu Santo Espíritu, el mismo que inspiró a los autores sagrados a dejar plasmada tu Palabra Santa en la Biblia.

Gracias Señor por tu comunicación con nosotros.

Que entendamos hoy lo que Tú nos quieres decir a nosotros en nuestra vida.

Espíritu Santo, ven en nuestra ayuda, ven y abre nuestra mente y corazón para poder entender lo que nos quieres comunicar.

Señor que no sea sordo a tu Palabra y que sepa escuchar y obedecer.

Amén
 

Texto

Ver con los ojos del corazón, lo que dice el texto”

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 14, 1. 7-14

El que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido

Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando.

Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: "Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste."

Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.

Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: "Amigo, sube más arriba."

Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.

Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."

Y dijo al que lo había invitado: "Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.

Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos."

Palabra del Señor.

 

para conseguir depositar la Palabra en nuestro corazón

 



¿Nos gustan los puestos de honor? ¿Nos gusta que nos elogien? ¿Qué sucede en la vida con estas actitudes?

Cuando nosotros vamos a algún lugar ¿nos gusta llamar la atención? ¿Nos gusta sentirnos reconocidos por importancias vanales?

Nuestra actitud con respecto al modo de vestir, de andar, de presentarnos. ¿es coherente con el Evangelio de este domingo?

Hasta donde yo busco siempre ocupar los primeros puestos. No sólo en la sociedad sino en todos los momentos en que yo me dirijo con mis actitudes en el mundo.

¿Qué significa en tu vida ser humilde, buscar los puestos más sencillos, más “abajo”? ¿Estás consiente que el Señor está pidiéndote esto?

El mundo “se pasó de rosca” decía el papa Francisco. El mundo nos presenta otra forma de ser felices. ¿Cuál forma prefieres tú, la que te presenta el mundo, o la que te presenta nuestro Señor Jesús?

Queremos reflexionar sobre la humildad a la que nos invita Jesús. ¿Es tu modo de ser así?

Finalmente el texto nos invita a que nuestras obras sean en bien de aquellos que no puedan devolvernos nuestros servicios. El invitar a los banquetes a los más pobres. ¿Te examinas de verdad en tu vida sobre las obras de caridad que realizas

 

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Estudio Bíblico.

Sir 3:17-18, 20, 28-29; Lc 14:1, 7-14

El tema de la primera lectura y del evangelio es la “humildad.” Todos tenemos nociones sobre la humildad, pero la Biblia, la Palabra inspirada de Dios, nos muestra que lo que concebimos suele ser sólo la punta del témpano, y que al entrar en lo profundo del mundo bíblico descubrimos una serie de arroyos conectados entre sí que nos conducen lejos en lo que es la revelación de Dios. De hecho, la Constitución sobre la divina revelación del Concilio Vaticano II nos habla de la revelación de Dios, que se nos transmite por la sagrada Escritura y por la Sagrada Tradición, como algo que ‘fluye de la misma fuente’ (Dei Verbum no. 9).

Una de las cosas más ciertas que sabemos que Jesús dijo es que: ‘quien se humilla será levantado’ (yo prefiero traducir así, en vez usar “enaltecido,” por razones que pronto veremos). La palabra “humilde,” y el verbo “ser humillado,” son muy importantes en la Biblia. En hebreo, la raíz quiere decir “estar agachado,” como ‘abajado hasta el suelo’, de modo que corresponde bien a la palabra “humilde,” que viene de palabras latinas que significan ‘no lejos de la tierra’. De esta raíz viene el significado espiritual o ético: en la Biblia, la palabra “humilde” en el sentido de “manso” se aplica a Moisés (‘el hombre más manso de la tierra’, Nm 12:3); también se aplica al rey humilde que monta sobre un asno y que así entra a Jerusalén en Za 9:9. En el sentido de “afligido” se usa para el ‘Siervo sufriente’ en el Sal 22:25 y en Is 53:7. Esto es lo que quiso decir Jesús cuando dijo que Él era ‘manso y humilde de corazón’ en Mt 11:29. Esta ‘humildad’ aquí es la misma que se aplica María a sí misma en el Magnificat, usando la misma raíz (Lc 1:48, 52; y Sir 3:20 en la primera lectura). Esto también es lo que Pablo dice de Jesús en Flp 2:8, de nuevo usando la misma raíz: Cristo “se abajó a sí mismo” hasta el punto de la muerte de cruz
Es cierto que Jesús dijo que ‘el que se humilla será levantado’. Jesús habló en arameo, y en ese idioma “ser levantado” tiene un doble-sentido: quiere decir tanto “ser enaltecido” como “ser crucificado.” Jesús dijo varias veces que el Hijo del hombre ‘tenía que ser levantado’, como Moisés levantó la serpiente en el desierto, Jn 3:14; cuando Jesús sea levantado, será revelado como “Yo Soy,” el Nombre de Dios en Ex 3:14 (Jn 8:28). Finalmente, en Jn 12:32-33 se nos dice explícitamente que ‘ser levantado’ se refiere al género de muerte de Jesús, en la cruz. Fue tal “humildad” que dio lugar a la gran exaltación de Jesús, como dice Pablo en Flp 2:9.

Preguntas para recordar y reconstruir el texto

1. ¿Qué día de la semana entró Jesús en la casa de quién? ¿Cuál era la invitación?
2. ¿Qué es lo que observa Jesús?
3. ¿Qué les dice a los invitados? ¿A qué los invita?
4. ¿Qué significa ocupar los últimos puestos?
5. ¿Por qué explica Jesús que para ser enaltecido hay que humillarse primero?
6. Cuando des un banquete o bien ofrezcas algo a alguien ¿A quién debes invitar? ¿Por qué?
 


 

“Le hablo al Señor, escucho el yo de Jesús y mi yo para llegar a una intimidad de amor”

Gracias Señor por tu Palabra Salvadora. Gracias por que siempre me estás advirtiendo cómo debe ser mi vida.
Quiero pedirte perdón Señor porque en tantas oportunidades me dejo llevar por este mundo. Me dejo influenciar de tal manera que el ser cristiano muchas veces es para mí un barniz superficial. Lo que está en mi interior es mi orgullo y vanidad. Perdón Señor
Quiero imitarte, quiero seguirte dame fuerzas muéstrame el camino.
Podemos terminar nuestro momento de oración con el Himno cristológico de Pablo a los Filipenses:


2,3: No hagáis nada por ambición o vanagloria, antes con humildad estimad a los otros como superiores a vovotos mismos.
2,4: Nadie busque su interés, sino el de los demás.
2,5: Tened los mismos sentimientos de Cristo Jesús,
2,6: quien, a pesar de su condición divina,
no hizo alarde de ser igual a Dios;
2,7: sino que se vació de sí
y tomó la condición de esclavo,
haciéndose semejante a los hombres.
Y mostrándose en figura humana
2,8: se humilló,
se hizo obediente hasta la muerte,
y una muerte en cruz.
2,9: Por eso Dios lo exaltó y le concedió un nombre superior a todo nombre,
2,10: para que, ante el nombre de Jesús,
toda rodilla se doble,
en el cielo, la tierra y el abismo;
2,11: y toda lengua confiese:
¡Jesucristo es Señor!, para gloria de Dios Padre

Amén
 

CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

“Entrar en la luz que ha dejado la Palabra en mi mente y mirarle a Jesús con paz y amor, con silencio y suavidad”

Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.

«El que se engrandece será humillado, pero el que se humilla será engrandecido»
(Versículo 11)

ACCION:

¿A qué me o nos comprometemos con Dios?

En lo personal

Me propongo hacer un verdadero análisis de conciencia. Así descubrir en qué momentos estoy viviendo el Evangelio con la humildad del servicio, y en qué momentos me dejo llevar por el mundo. Y para esto realizar alguna actividad que tenga que ver con el recuerdo de la humildad. Por ejemplo ayudar en la limpieza de alguna persona que lo necesite, hacer un acto de caridad y de desprendimiento, que se sienta y que me ayude a ser humilde.

Con tu grupo

Proponerse una actividad de compromiso de humildad. Por ejemplo tomando la iniciativa de hacer algo por la comunidad, como ayudar en el orden, en la limpieza, en el arreglo. Actividades humildes, que nos muestren que nosotros estamos al servicio de la comunidad completa.

TOMADO DE:  cristonautas