LECTIO DIVINA

 

 

 


 


 

Shadai, Dios de la montaña, que haces de nuestra frágil vida la roca de tu morada, conduce nuestra mente a golpear la roca del desierto, para que brote el agua para nuestra sed.

La pobreza de nuestro sentir nos cubra como un manto en la obscuridad de la noche y abra el corazón para acoger el eco del Silencio para que el alba envolviéndonos en la nueva luz matutina nos lleve con las cenizas consumadas por el fuego de los pastores del Absoluto que han vigilado por nosotros junto al Divino Maestro, el sabor de la santa memoria.
 

Texto

Ver con los ojos del corazón, lo que dice el texto”

1 Puesto que muchos han intentado narrar ordenadamente las cosas que se han verificado entre nosotros,

2 tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y servidores de la Palabra,

3 he decidido yo también, después de haber investigado diligentemente todo desde los orígenes, escribírtelo por su orden, ilustre Teófilo,

4 para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

14 Jesús volvió a Galilea por la fuerza del Espíritu y su fama se extendió por toda la región.

15 Iba enseñando en sus sinagogas, alabado por todos.

16 Vino a Nazaret, donde se había criado, entró, según su costumbre, en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura.

17 Le entregaron el volumen del profeta Isaías, desenrolló el volumen y halló el pasaje donde estaba escrito:

18 El Espíritu del Señor sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos

19 y proclamar un año de gracia del Señor.

20 Enrolló el volumen, lo devolvió al ministro y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en él.

21 Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura que acabáis de oír se ha cumplido hoy.»

 

para conseguir depositar la Palabra en nuestro corazón

 


 

Dejarnos penetrar por la Palabra, cuestionar nuestra vida a la luz de la Palabra”

Hacer investigaciones precisas de cada circunstancia:

¿Estamos siempre de carrera en nuestro vivir diario?

¿Anidamos en el corazón el deseo de investigar cuidadosamente el significado de cuanto acontece?

• Me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva: ¿Pienso siempre que los pobres son los otros y que yo formo parte de los que tienen y saben, y por tanto no tengo necesidad de nadie?

• Hoy se ha cumplido esta Escritura: ¿Qué Escritura conocemos tan bien, como para reconocerla en nuestro hoy?
 

LECTURA: ¿Qué dice el texto?

Contexto histórico

El episodio de la sinagoga de Nazaret es incluso un marco programático que nos da después la clave de lectura de lo que sucederá en el curso del evangelio lucano. El enganche al Profeta Isaías es fundamental, porque se revela la continuidad de la historia humana de Dios. El desarrollo de los gestos de Jesús, puestos en paralelo, se alzó y abrió el libro, (v.17), cerró el libro y se sentó (v.20), da a la narración un carácter litúrgico, conocido, pero nuevo al mismo tiempo. En la homilía que actualiza la profecía emerge la novedad. Hoy, palabra determinante en Lucas, expresa la propuesta cumplida por Dios en Cristo. Y delante a este hoy, las reacciones inmediatas serán de estupor y asombro, de maravilla y escándalo hasta el rechazo ya envuelto en la pregunta que seguirá a la proclamación de Jesús, pregunta suspendida en el aire, que no recibe respuesta: ¿No es éste el hijo de José? (v.22). El contraste con la Palabra proclamada por un hombre que tiene sobre sí el Espíritu del Señor, consagrado con la unción, enviado para una misión específica que tiene sabor mesiánico: llevar el alegre anuncio, enviar, proclamar.... impone un conflicto de identidad.

Contexto literario

El episodio no tiene una precisa correspondencia en los sinópticos. La visita de Jesús a Nazaret en Mateo 13,53-58 y en Marcos 6,1-6a se limita al interrogativo sobre la procedencia de Jesús y a su rechazo. No hay una descripción del rito en la sinagoga, ni de las palabras dichas por Jesús para interpretar y actualizar la Palabra sagrada. La concordancia está, más allá de la diversidad de los contextos, en el rechazo de Jesús por parte de los Nazarenos. Con el discurso de Jesús en Nazaret, Lucas intenta introducir e iluminar todo el misterio público de Jesús. Isaías 61,1-2 contiene en síntesis los grandes temas que caracterizan su evangelio y los que le son más queridos: el Espíritu Santo, la unción mesiánica, la liberación escatológica, el gozo mesiánico, la intervención divina en favor de los pobres y de los oprimidos, la proclamación del año de gracia. Aquel programa que en Marcos se ha inaugurado con la proclamación : “El tiempo se ha cumplido, el Reino de Dios está cerca, convertíos y creed al evangelio” (Mc 1,14-15) y en Mateo se desarrolla en el discurso de la Montaña (Mt 5,1-48), en Lucas se ofrece en el centro del culto hebraico: lo que se cumple no es el tiempo, sino la Escritura. Se le propone a quien lee, la necesidad de “caminar” junto a Cristo, imitándolo por el camino de la conformidad a la voluntad del Padre. Jerusalén, meta de un largo viaje (Lc 9,51-18,14), que conduce a Jesús al momento decisivo de su vida, es punto de llegada de su quehacer terreno (Lc 24) y punto de partida de la vida de la Iglesia naciente (Acta 1-2).

Género literario

Se puede reconocer en el pasaje una pequeña unidad literaria. La intervención redaccional de Lucas, que parte de datos tradicionales sigue un intento propio. El diseño unitario de las dos partes demuestra claridad en el interior y delineación precisa al exterior. Para Lucas son inseparables las áreas de preguntas: ¿Quién es Jesús? y ¿A quién está destinada su obra?. Es muy fuerte la relación entra palabra y acción, acción dramática de un anuncio que se actualiza en la vida. El episodio intenta introducir el ministerio público de Jesús casi limitádolo a aquellas actividades que rozan los confines de su pertenencia a Israel. El Espíritu que desciende abundantemente sobre Jesús: en el nacimiento (1,35), en el bautismo (3,22), durante la tentación (4,1) y al comienzo de su misión (4,14), es el Espíritu del que habla Isaías (v.18) que aclara la acción de Dios. Una acción que no tiene confines étnicos y que no busca notoriedad, sino que se dirige a los que están necesitados de salvación: pobres, prisioneros, ciegos, oprimidos, para inaugurar el tiempo de gracia del Señor. El profeta enviado por Dios está libre de toda pretensión limitante y obligante. De un culto sinagogal incapaz de acoger la Palabra antigua que se cumple hoy, se pasa al culto del seguimiento por los caminos del mundo. Jesús se va, sigue su camino, que de Jerusalén lo conducirá a los extremos confines de la tierra a través de la evangelización de los suyos.

Para quien quiera profundizar más
 


 

“Le hablo al Señor, escucho el yo de Jesús y mi yo para llegar a una intimidad de amor”

Salmo 2, 6-9

“Yo he constituido mi rey sobre Sion mi monte santo”

Voy a promulgar un decreto del Señor.

Él me ha dicho: “Tú eres mi hijo, Yo te he engendrado hoy.

Pídeme, y haré de las gentes tu heredad

Te daré en posesión los confines de la tierra.

Los regirás con cetro de hierro, y los romperás como vasija de alfarero
 

CONTEMPLACIÓN: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?

“Entrar en la luz que ha dejado la Palabra en mi mente y mirarle a Jesús con paz y amor, con silencio y suavidad”

"Hoy":

Palabra clave en mi vida de cada día. En este hoy e cumple la Escritura. En este hoy Cristo entra en la sinagoga de mis convicciones para proclamar un nuevo mensaje a la pobreza de mi pensamiento, a los sentimientos prisioneros de aquel deseo quebrado en las ruinas de un cotidiano gris arrastrado hora por hora, a mi mirada ofuscada por mi horizonte miope.

Un año de gracia, de regreso, de bendición.

Señor, que mi hoy sea el tuyo, para que ninguna palabra tuya pueda caer en vano en mi vida, sino que todas puedan realizarse como granos de trigo en el surco helado del pasado, capaces de germinar con los primeros vientos de la primavera.

TOMADO DE:  carmelitas