Sin embargo, cuando en un intento de ser espontáneo sugirió a su congregación celebrar un servicio similar a los que celebrara la Iglesia primitiva en el siglo I, inició un interés en conocer con profundidad la doctrina y la disciplina de la la Iglesia primitiva estudiando los padres apostólicos de sus propios escritos.
Poco a poco hizo un descubrimiento sorprendente: que la Iglesia de los primeros cristianos no era como él la había imaginado y se parecía más a la que él rechazaba: la Iglesia Católica.
A partir de allí, él y su esposa comenzaron un viaje de dos años en la Iglesia Católica que culminó con 54 miembros de su congregación anterior, entre ellos 14 miembros de su propia familia, de regreso en la Iglesia Católica.
Ese viaje terminó - o mejor dicho, comenzó - con su confirmación y primera comunión el 14 de abril de 2001, durante la Vigilia de Pascua en la parroquia de San Suzanne en Detroit.
Comenzó un fecundo ministerio en la Iglesia Católica donde ayudó a muchos a vencer sus prejuicios contra el catolicismo y abrazar la plenitud de la fe.
Aunque su sueño era llegar a ser sacerdote católico, la disciplina vigente sólo le permitió acceder al diaconado en el que sirvió hasta su muerte.