1. "HEMOS EXAMINADO LA ECONOMÍA ACTUAL Y LA
HEMOS ENCONTRADO PLAGADA DE VICIOS GRAVÍSIMOS"
(QA 28)
Elegimos como título
una frase de Pio XI. Se puede pensar que "economía
actual" se refiere sólo a la de los años 30-40 y que
luego fue corregida (estado del bienestar, etc.). Se
puede pensar también que precisamente la
mundialización de la economía actual, con muchos
países en proceso de industrialización (y con
durísimas condiciones sociales que los vuelven más
competitivos que los países ya industrializados, p.e.
el caso de los "tigres") vuelve más actuales que
nunca las palabras de Pio XI. En cualquier hipótesis
transcribimos seguidamente algunos juicios de otros
dos papas.
|

JUAN
XXIII
"mater
et magistra"
"madre
y maestra" 1961 |
1. En algunas... naciones, frente
a la extrema pobreza de la mayoría, la abundancia y el lujo
desenfrenado de unos pocos contrastan de manera abierta e insolente
con la situación de los necesitados; en otras se grava a la actual
generación con cargas excesivas para aumentar la productividad de la
economía nacional de acuerdo con ritmos acelerados que sobrepasan
por entero los límites que la justicia y la equidad imponen;
finalmente, en otras naciones un elevado tanto por ciento de la
renta nacional se gasta en robustecer más de lo justo el prestigio
nacional o se destinan presupuestos enormes a la carrera de
armamentos (MM 69). |
Son intolerables las diferencias existentes. Se
va demasiado deprisa, pero no para reducir la carencia de los
pobres, sino para aumentar la sobreabundancia de los que pueden
pagar. Se gasta intolerablemente en armas. ¨¿Cómo no ha de ser ésta
una economía plagada de "vicios gravísimos"? |

LEÓN
XIII "rerum novarum"
"nuevas situaciones"
1891 |
2. No sólo la contratación de
trabajo, sino también las relaciones comerciales de toda índole se
hallan sometidas al poder de unos pocos, hasta el extremo de que un
número sumamente reducido de opulentos y adinerados ha impuesto poco
menos que el yugo de la esclavitud a una muchedumbre infinita de
proletarios... La crueldad de los ambiciosos... abusa de las
personas sin moderación, como si fueran cosas para su medro personal
(RN 2 y 31). |
Leon XIII se atrevió a comparar la situación económico-social de su
época con la de la esclavitud que la Modernidad se gloriaba de haber
abolido. Pero, naturalmente, todas estas pinceladas sólo podrán ser
calificadas como males o vicios, desde un presupuesto que ya no es
económico sino previo a la economía. Es lo que aclara el texto
siguiente: |

JUAN
XXIII
"mater
et magistra"
"madre
y maestra" 1961 |
3. El desarrollo económico y el
progreso social deben ir juntos y acomodarse mutuamente, de forma
que todas las categorías sociales tengan participación adecuada en
el aumento de la riqueza de la nación. En orden a lo cual hay que
vigilar y procurar, por todos los medios posibles, que las
discrepancias que existen entre las clases sociales por la
desigualdad de la riqueza no aumenten, sino que, por el contrario,
se atenúen lo más posible (MM 73).
 |
La
economía es una ciencia que no se cultiva sólo para producir más
(esperando que luego el azar ya distribuirá bien lo producido) sino
para distribuir. En la frase subrayada, la palabra "participación"
aparece como una finalidad más primaria que la palabra "aumento de
riqueza" la cual, por necesaria que sea, aparece sólo como
presupuesto o finalidad secundaria respecto a la anterior. De estos
presupuestos ha de brotar un análisis y un juicio éticos sobre
nuestro sistema económico. |
2. NUESTRO SISTEMA ECONÓMICO |

PABLO
VI
"populorum progressio"
"el
progreso de los pueblos" 1967 |
1. Descripción
4.
Sobre estas nuevas condiciones de la sociedad ha sido construido un
sistema que considera el provecho como motor esencial del progreso
económico la concurrencia como ley suprema de la economía, la
propiedad privada de los medios de producción como un derecho
absoluto, sin límites ni obligaciones sociales correspondientes.
Este liberalismo sin freno, que conduce a la dictadura, justamente
fue denunciado por Pío XI como generador de "el imperialismo
internacional del dinero".... Sería injusto que se atribuyera a la
industrialización misma los males que son debidos al nefasto sistema
que la acompaña (PP 26).
 |
Este párrafo es tan espléndido que basta con atender a las palabras
subrayadas que dan algunos de los rasgos principales sin necesidad
de ningún otro comentario.
|

PIO XI
"quadragésimo
anno"
"a los
cuarenta años" 1931
|
2. Valoración
5. Salta a los ojos de todos... que en nuestro tiempo no sólo se
acumulan riquezas, sino que también se acumula una descomunal y
tiránica potencia económica en manos de unos pocos que, la mayor
parte de las veces no son dueños, sino sólo custodios y
administradores de una riqueza en depósito, que ellos manejan a su
voluntad y arbitrio. Un dominio ejercido de la manera más tiránica
por aquellos que, teniendo en sus manos el dinero y dominando sobre
él, se apoderan también de las finanzas y señorean sobre el crédito
y, por esta razón, se diría que administran la sangre de que vive
toda la economía y parecen tener en sus manos el alma de la misma,
de modo que nadie puede ni respirar contra su voluntad.
Esta acumulación de recursos y de poder "nota casi característica de
la economía contemporánea"-, es el fruto natural de la ilimitada
libertad de los competidores, de la que han sobrevivido sólo los más
poderosos, lo que con frecuencia equivale a decir: los más violentos
y los más desprovistos de conciencia.
Ultimas consecuencias... son: la libre concurrencia se destruye a sí
misma; la dictadura económica se adueña del mercado libre; al deseo
de lucro ha sucedido la ambición desenfrenada de poder; toda la
economía se ha hecho horrendamente dura, cruel y atroz...; pérdida
del prestigio del Estado que, (aunque debería ocupar el puesto de
rector y árbitro supremo de las cosas, libre de todo interés de
partes y atento exclusivamente al bien común y a la justicia), se
hace por el contrario esclavo, entregado y vendido a la pasión y a
las ambiciones humanas... (QA 105-109). |
Estremece pensar que estos párrafos no son de 1996, sino de 1931.
¿Cuántos ricos "cristianos o no" aceptarían hoy que no son dueños
sino administradores de una riqueza en depósito y que no pueden
manejarla a su voluntad? Pío XI no tiene inconveniente en usar las
palabras "tiranía" y "dictadura" donde nosotros sólo hablamos de
democracia (porque sin democracia económica no puede haber
democracia política). En una tiranía el triunfo no es señal de más
capacidad sino de más violencia y de menos conciencia. El resultado
es que los mismos valores ideales del sistema "se destruyen a sí
mismos" (párrafo tercero).
|

PIO
XII 1947 |
6.
Si la Iglesia condena los regímenes marxistas actuales, no puede
dejar de advertir que el obrero, en su esfuerzo por mejorar su
condición, tropieza con un sistema social que lejos de estar de
acuerdo con la naturaleza, se opone al orden establecido por Dios y
a la finalidad que El asignó a los bienes de la tierra" (Pío XII, el
7 de sept. de 1947) (Texto tomado de la Nueva Historia de la Iglesia
de ediciones Cristiandad, vol V, p. 513). |
|

PABLO
VI
DISCURSO A LOS EMPRESARIOS 1964
|
7.
El sistema económico-social, creado por el liberalismo
manchesteriano y que todavía perdura en el criterio de la
unilateralidad de la posesión de los medios de producción, de la
economía encaminada a un provecho privado prevalente, no trae la
perfección, no trae la paz, no trae la justicia, si continúa
dividiendo a los hombres en clases irreductiblemente enemigas, y
caracteriza a la sociedad por el malestar profundo y lacerante que
la atormenta, apenas contenido por la legalidad y la tregua
momentánea de algunos acuerdos en la lucha sistemática e implacable,
que debería llevarla a la opresión de una clase contra la otra.
Muchas desgracias consecuentes a la búsqueda del bienestar humano,
fundado exclusiva y prevalentemente en los bienes económicos y en la
felicidad temporal, nacen precisamente de esta estructuración
materialista de la vida, imputable no solamente a aquellos que del
viejo materialismo dialéctico hacen el dogma fundamental de una
triste sociología, sino también a todos cuantos colocan el becerro
de oro en el puesto que le corresponde al Dios del cielo y de la
tierra. Habéis comprendido que para vosotros la aceptación del
mensaje cristiano es un sacrificio: mientras que para las clases
carentes de bienes es un mensaje de bienaventuranza y esperanza,
para vosotros es un mensaje de responsabilidad, de renuncia y de
temor (PVI). |
Según el duro texto de Pío XII el sistema es antinatural. Pablo VI
aclara este adjetivo: el sistema no es de justicia y paz sino de
injusticia y guerra (párrafo 1º). Y lo es porque se asienta sobre un
materialismo [no ateo sino] idólatra (párrafo 2º). Un ejemplo de esa
lucha de clases, concebida como hecho consecuente al sistema y no
como medio para su superación, es esta interpelación personal del
mismo documento de Pablo VI, (dirigido, recuérdese, a empresarios):
|
|
8.
Vosotros mismos ¿no experimentáis este extraño resultado en vuestros
esfuerzos?...en la aversión que surge contra vosotros precisamente
en aquellos mismos a quienes habéis ofrecido... trabajo? Vuestras
empresas, maravillosos frutos de vuestros esfuerzos ¿no son acaso
motivo de disgustos y ataques? Las estructuras mecánicas y
burocráticas funcionan perfectamente, pero las estructuras humanas
no. La empresa... ¿no es acaso todavía hoy una fricción de espíritus
e intereses? ¿No se la considera a veces como argumento contra quien
la ha constituido, la dirige y la administra? ¿No se dice de
vosotros que sois capitalistas y los únicos culpables?... Ha de
tener algún vicio profundo, una radical insuficiencia este sistema,
si desde sus comienzos cuenta con semejantes reacciones sociales.
 |
Estas palabras fueron consideradas en su día, como de las más
importantes que haya dicho nunca un papa. Y lo siguen siendo. Su
valor está precisamente en que el papa no culpabiliza en absoluto a
sus destinatarios. Más bien, al lamentar la hostilidad que surge
contra ellos, los lleva a descubrir alguna insuficiencia profunda
del sistema. Y esa insuficiencia consiste en la radical primacía de
las estructuras económicas sobre las estructuras humanas. |

JUAN
PABLO II
"laborem
exercens"
"trabajando" 1981
|
3. Elementos para su corrección
9. Prioridad del
trabajo humano sobre... el capital... El trabajo es siempre una
causa eficiente primaria, mientras que el capital... es sólo un
instrumento... El conjunto de medios es fruto del patrimonio
histórico del trabajo humano.... Intrínsecamente verdadero y a su
vez moralmente legítimo puede ser aquel sistema que, en su raíz,
supera la antinomia entre trabajo y capital, tratando de
estructurarse según el principio expuesto más arriba de la
sustancial y efectiva prioridad del trabajo.
Desde esta perspectiva, sigue siendo inaceptable la postura del
"rígido" capitalismo, que defiende el derecho exclusivo a la
propiedad privada de los medios de producción, como un "dogma"
intocable en la vida económica. El principio del respeto del
trabajo, exige que este derecho se someta a una revisión
constructiva en la teoría y en la práctica. En efecto, si es verdad
que el capital, al igual que el conjunto de los medios de
producción, constituye a su vez el producto del trabajo de
generaciones, entonces no es menos verdad que ese capital se crea
incesantemente gracias al trabajo llevado a cabo con la ayuda de ese
mismo conjunto de medios de producción... (LE 12.13.14).
 |
-Quizá sea bueno recordar que estas líneas son rigurosamente
contemporáneas del comienzo de la "era Reagan" (aunque el atentado
al Papa retrasó unos meses su publicación). En ellas hay un
principio fundamental que significa a la vez la crítica y la vía de
superación del sistema: la primacía del trabajo sobre el capital,
fundamentado en que el capital (y los medios de producción) son sólo
instrumento, mientras que el trabajo es causa de la riqueza. De ahí
se sigue, entre otras consecuencias, una desabsolutización de la
propiedad privada de los medios por parte del capital, dado que, en
buena parte al menos, son obra del trabajo. (Véase también el texto
de QA 54 que citaremos al hablar del salario). |

JUAN
PABLO II
"centesimus
annus"
"a los
cien años..." 1991
|
4. Balance final
10.
Queda demostrado cuán inaceptable es la afirmación de que la derrota
del socialismo deje al capitalismo como único modelo de organización
económica. Hay que romper las barreras y los monopolios, que dejan a
tantos pueblos al margen del desarrollo, y asegurar a todos
"individuos y naciones" las condiciones básicas que permitan
participar en dicho desarrollo (CA 35).
 |
El
capitalismo no es pues ni el modelo victorioso, ni el mejor modelo,
ni siquiera el único posible. Aunque sea el único de que disponemos
ahora. Pero, una vez en él, hay que ser muy conscientes sobre
algunas de sus consecuencias que son nefastas no ya para sus
víctimas sino para todos. Y hay que intentar salvar el máximo de
justicia en las relaciones laborales. A eso van los dos capítulos
siguientes. |
3.
ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL SISTEMA |

JUAN
PABLO II
"sollicitudo rei socialis"
"preocupación por la cuestión social" 1987 |
1.- El consumismo
como antiecología personal y ambiental
11. A través de las opciones de producción
y de consumo, se pone de manifiesto una determinada cultura como
concepción global de la vida. De ahí nace el fenómeno del
consumismo. Al descubrir nuevas necesidades y nuevas modalidades
para su satisfacción, es necesario dejarse guiar por una imagen
integral del hombre que respete todas las dimensiones de su ser y
que subordine las materiales e instintivas a las interiores y
espirituales. Por el contrario, al dirigirse directamente a sus
instintos, prescindiendo en uno u otro modo de su realidad personal,
consciente y libre, se pueden crear hábitos de consumo y estilo de
vida objetivamente ilícitos y con frecuencia incluso perjudiciales
para su salud física y espiritual.
El sistema económico no posee en sí mismo criterios que permitan
distinguir correctamente las nuevas y más elevadas formas de
satisfacción de las nuevas necesidades humanas, que son un obstáculo
para la formación de una personalidad madura (SRS 36).
|
|

JUAN
PABLO II
"centesimus
annus"
"a los
cien años..." 1991
|
12.
Por eso es necesario esforzarse por implantar estilos de vida, a
tenor de los cuales los elementos que determinen las opciones del
consumo, de los ahorros y de las inversiones sean la búsqueda de la
verdad, de la belleza y del bien común, así como la comunión con los
demás hombres... A este respecto, no puedo limitarme a recordar el
deber de la caridad, esto es, el deber de ayudar con lo propio
"superfluo" y, a veces, incluso con lo propio "necesario" para dar
al pobre lo indispensable para vivir. Me refiero al hecho de que
también la opción de invertir en un lugar y no en otro, en un sector
productivo en vez de en otro, es siempre una opción moral y cultural
(CA 36).
13. Es asimismo preocupante, junto con el problema del consumismo y
estrictamente vinculado con él, la cuestión ecológica. El hombre,
impulsado por el deseo de tener y gozar, más que de ser y de crecer,
consume de manera excesiva y desordenada los recursos de la tierra y
su misma vida. En la raíz de la insensata destrucción del ambiente
natural hay un error antropológico, por desgracia muy difundido en
nuestro tiempo (CA 37).
 |
El
sistema económico no tiene criterios para decidir qué es lo que hace
más hombres a los hombres ni más hogare¤a a la tierra. Sólo tiene
criterios para saber quiénes pueden pagar, y cómo inducir a pagar,
aun a aquellos que pueden menos (vg. produciendo armas). |

JUAN
PABLO II
"sollicitudo rei socialis"
"preocupación por la cuestión social" 1987 |
2. La
deuda externa como expolio perpetuo
14.
Habiendo cambiado las circunstancias, tanto en los países endeudados
como en el mercado internacional financiador, el instrumento elegido
para dar una ayuda al desarrollo se ha transformado en un mecanismo
contraproducente... Los países endeudados, para satisfacer los
compromisos de la deuda, se ven obligados a exportar los capitales
que serían necesarios para aumentar o, incluso, para mantener su
nivel de vida... por la misma razón, no pueden obtener nuevas
fuentes de financiación indispensables (SRS 19).
Es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser
pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando
éste vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que
llevarían al hambre y a la desesperación a poblaciones enteras. No
se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con
sacrificios insoportables. En estos casos es necesario encontrar
modalidades de reducción, demora o extinción de la deuda,
compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la
subsistencia y al progreso (SRS 35).
 |
No
parece que estas palabras necesiten mucho comentario, lo que
requieren es voluntad para aceptarlas. Quizá sí conviene añadir que
la SRS es de 1987, y que, desde entonces se han encontrado algunas
modalidades (el "plan Brady" de 1988) que, si no han hecho la deuda
del todo compatible "con el derecho fundamental de los pueblos" sí
que han servido para suavizarla en muchos casos. |

JUAN
XXIII
"pacem
in terris"
"paz
en la tierra" 1963 |
3. La
amenaza armamentista
15.
La justicia, la recta razón y el sentido de la dignidad humana
exigen urgentemente que cese ya la carrera de armamentos: que de un
lado y de otro las naciones reduzcan simultáneamente los armamentos
que poseen; que las armas nucleares queden proscritas, que, por fin,
todos convengan en un pacto de desarme gradual, con mutuas y
eficaces garantías. No se puede permitir que la calamidad de una
guerra mundial, con sus estragos económicos y sociales y sus
crímenes y perturbaciones morales, se ensañe por tercera vez sobre
la humanidad (PT 106) |
|

JUAN
PABLO II
"sollicitudo rei socialis"
"preocupación por la cuestión social" 1987
|
16.
Si la producción de armas es un grave desorden que reina en el mundo
actual respecto a las verdaderas necesidades de los hombres y al uso
de los medios adecuados para satisfacerlas, no lo es menos el
comercio de las mismas. Más aún: a propósito de esto es preciso
añadir que el juicio moral es todavía más severo (SRS 24).
18.
Las consecuencias de este estado de cosas se manifiestan en el
acentuarse de una plaga típica y reveladora de los desequilibrios y
conflictos del mundo contemporáneo: los millones de refugiados, a
quienes las guerras, calamidades naturales, persecuciones y
discriminaciones de todo tipo han hecho perder casa, trabajo,
familia y patria. La tragedia de estas multitudes se refleja en el
rostro descompuesto de hombres, mujeres y niños que, en un mundo
dividido e inhóspito, no consiguen encontrar ya un hogar (SRS 24).
|
|

CONCILIO VATICANO II
"gaudium
e spes"
"los
gozos y las esperanzas"
|
17.
A pesar de que las guerras recientes han traído a nuestro mundo
daños gravísimos materiales y morales, todavía a diario en algunas
zonas del mundo, la guerra continúa sus devastaciones. Es más, al
emplear en la guerra armas científicas de todo género, su crueldad
intrínseca amenaza llevar a los que luchan a tal barbarie, que
supera enormemente la de los tiempos pasados. La complejidad de la
situación actual y el laberinto de las relaciones internacionales
permiten prolongar guerras disfrazadas con nuevos métodos insidiosos
y subversivos. En muchos casos se admite como nuevo sistema de
guerra el uso de los métodos del terrorismo (GS 79).
 |
¡Qué proféticas resultan las palabras de los dos últimos párrafos
leídas en 1996! Ojalá no lo resulten las palabras finales del
primero de estos cuatro textos. En cualquier caso, ahí queda el
juicio del Vaticano II de que la barbarie de nuestro mundo
"civilizado" puede competir con la de épocas anteriores. Pero ocurre
que p. ej. las minas ¡son tan lucrativas! Si el sistema conlleva
esas amenazas intrínsecas es lógico que se busquen los mecanismos
para su superación. En el texto 9 se hablaba de prioridad del
trabajo sobre el capital y desabsolutización de la propiedad privada
de los medios de riqueza. Esto nos lleva a los dos capítulos
siguientes: las relaciones laborales y la intervención del estado en
la economía. |
4. LAS
RELACIONES LABORALES |

JUAN
PABLO II
"laborem
exercens"
"trabajando" 1981
|
1. La relación
capital-trabajo es actualmente injusta y por eso conflictiva
19.- El problema
del trabajo, en la época del desarrollo industrial, ha sido
planteado y se ha manifestado en el contexto de un gran conflicto
entre el "mundo del capital" y el "mundo del trabajo", es decir,
entre el grupo restringido, pero muy influyente, de los empresarios,
propietarios o poseedores de los medios de producción y la más vasta
multitud de gente que no disponía de estos medios, y que
participaba, en cambio, en el proceso productivo exclusivamente
mediante el trabajo. Tal conflicto ha surgido por el hecho de que
los trabajadores, ofreciendo sus fuerzas para el trabajo, las ponían
a disposición del grupo de los empresarios, y éste, guiado por
el principio del máximo rendimiento, trataba de establecer el
salario más bajo posible para el trabajo realizado por los obreros.
La llamada a al
solidaridad y a la acción común lanzada a los trabajadores... tenía
un importante valor... Era la reacción contra la degradación del
hombre como sujeto del trabajo y contra la inaudita y
concomitante explotación en el campo de las ganancias, de las
condiciones de trabajo y de provisión hacia la persona del
trabajador (LE 11 y 8). |
-Por primera vez un Papa se encara con el principio de que la falta
de equidad entre capital y trabajo es una "ley incontrastable de la
economía", aunque eso sea lo aceptado por "la mayoría de las
instituciones": es más bien una ley injusta de un determinado
sistema económico, que ha de provocar conflictos y reacciones
lógicas de parte de las víctimas. Si el texto 19 es estrictamente
contemporáneo de la "reaganomía", el 20 es cincuenta años anterior.
|

PIO XI
"quadragésimo
anno"
"a los
cuarenta años" 1931 |
20. Durante mucho
tiempo, en efecto, las riquezas o "capital" se atribuyeron
demasiado a sí mismos. El capital reivindicaba para sí el
rendimiento, la totalidad del producto, dejando al trabajador apenas
lo necesario para reparar y restituir sus fuerzas. Pues se decía
que, en virtud de una ley económica absolutamente incontrastable,
toda acumulación de capital correspondía a los ricos, y que, en
virtud de esa misma ley, los trabajadores estaban condenados y
reducidos a perpetua miseria o a un bienestar muy escaso... No
siempre ni en todas partes la realidad de los hechos estuvo de
acuerdo con esta opinión de los liberales vulgarmente llamados
manchesterianos, aun cuando tampoco pueda negarse que las
instituciones económico-sociales se inclinaban constantemente a este
principio (QA 54).
 |
|

JUAN
PABLO II
"laborem
exercens"
"trabajando" 1981
|
2. Primacía del trabajo no significa
colectivismo ni propiedad estatal
21. Se puede hablar de
socialización únicamente cuando quede asegurada la subjetividad de
la sociedad, es decir, cuando toda persona, basándose en su propio
trabajo, tenga pleno título a considerarse al mismo tiempo
"copropietario" de esa especie de gran taller de trabajo en el que
se compromete con todos. Un camino para conseguir esa meta podría
ser el de asociar, en cuanto sea posible, el trabajo a la
propiedad del capital y dar vida a una rica gama de cuerpos
intermedios con finalidades económicas, sociales, culturales:
cuerpos que gocen de una autonomía efectiva respecto a los poderes
públicos... (LE 14). |
|

PABLO
VI
"OCTOGÉSIMA
ADVENIENS"
"SOLIDARIDAD MUNDIAL EN EL DESARROLLO" 1971 |
3. Significa derecho al trabajo y
atención al sujeto del trabajo
22. La Iglesia lo ha
vuelto a afirmar solemnemente en el último Concilio: "La persona
humana es y debe ser el principio, el sujeto y el fin de todas las
instituciones". Todo hombre tiene derecho al trabajo, a la
posibilidad de desarrollar sus cualidades y su personalidad en el
ejercicio de su profesión (OA 14).
|
|

JUAN
PABLO II
"sollicitudo rei socialis"
"preocupación por la cuestión social" 1987
Y
"laborem
exercens"
"trabajando" 1981
|
23. No hay persona que
no se dé cuenta de la actualidad y de la creciente gravedad del
desempleo en los países industrializados. Si éste aparece de modo
alarmante en los países en vías de desarrollo, con su alto índice de
crecimiento demográfico y el número tan elevado de población
juvenil, en los países de gran desarrollo económico parece que se
contraen las fuentes de trabajo, y así las posibilidades de
empleo, en vez de aumentar, disminuyen (SRS 18).
24. Por eso, hay que
seguir preguntándose sobre el sujeto del trabajo y las condiciones
en las que vive. Para realizar la justicia social en las diversas
partes del mundo, en los distintos Países, y en las relaciones entre
ellos, son siempre necesarios nuevos movimientos de solidaridad de
los hombres del trabajo. Esta solidaridad debe estar siempre
presente allí donde lo requiere la degradación social del sujeto
del trabajo, la explotación de los trabajadores, y las
crecientes zonas de miseria e incluso de hambre.
El trabajo humano es
una clave, quizá la clave esencial, de toda la cuestión social, si
tratamos de verla verdaderamente desde el punto de vista del bien
del hombre. Si la solución gradual de la cuestión social... debe
buscarse en la dirección de hacer la vida humana, entonces la clave,
que es el trabajo humano adquiere una importancia fundamental y
decisiva (LE 8 y 3). |
El
problema de la economía es si pretende hacer la vida humana más
humana para todos, o sólo más fácil para unos pocos. Según se elija
una u otra finalidad, las leyes de la economía serán muy diferentes.
Por eso se puede decir: "la economía se ha hecho para el hombre
(para todos los hombres), no los hombres para la economía" (de unos
pocos). |

LEÓN
XIII "rerum novarum"
"nuevas situaciones"
1891 |
4. Todo esto significa revisar los
criterios salariales
25. Si el obrero,
obligado por la necesidad o acosado por el miedo de un mal mayor,
acepta, aun no queriéndola, una condición más dura, porque la
imponen el patrono o el empresario, esto es ciertamente soportar
una violencia, contra la cual reclama justicia (RN 32).
|
Por ejemplo: si hay una gran masa de parados el obrero aceptará
cualquier cosa para sí, y reivindicará mucho menos para su clase: no
porque así lo quiera libremente sino "forzado por la necesidad". |

PIO XI
"quadragésimo
anno"
"a los
cuarenta años" 1931
|
26. Hay que luchar
denodadamente, por tanto, para que los padres de familia reciban
un sueldo lo suficientemente amplio para atender convenientemente a
las necesidades domésticas ordinarias. Y si en las actuales
circunstancias esto no siempre fuera posible, la justicia social
postula que se introduzcan lo más rápidamente posible las
reformas necesarias para que se fije a todo ciudadano adulto un
salario de este tipo (QA 71).
|
|

LEÓN
XIII "rerum novarum"
"nuevas situaciones"
1891
|
27. Cierto es que para
establecer la medida del salario con justicia hay que considerar
muchas razones; pero generalmente tengan presente los ricos y los
patronos que oprimir para su lucro a los necesitados y a los
desvalidos y buscar su ganancia en la pobreza ajena, no lo permiten
ni las leyes divinas ni las humanas. Y defraudar a alguien en el
salario debido es un gran crimen, que llama a voces las iras
vengadoras del cielo. "He aquí que el salario de los obreros... que
fue defraudado por vosotros, clama; y el clamor de ellos ha llegado
a los oídos del Dios de los ejércitos" (Sgo 5, 4). Por último, han
de evitar cuidadosamente los ricos perjudicar en lo más mínimo los
intereses de los proletarios con violencias o con engaños, o con
artilugios usurarios; tanto más cuanto que no están suficientemente
preparados contra la injusticia y el atropello, y, por eso mismo,
mientras más débil sea su economía, tanto más sagrada debe
considerarse (RN 14). |
|

PABLO
VI
"OCTOGÉSIMA
ADVENIENS"
"SOLIDARIDAD MUNDIAL EN EL DESARROLLO" 1971 |
28. Todo hombre tiene
derecho a una remuneración equitativa que le permita a él y a su
familia "llevar una vida digna en el plano material, cultural y
espiritual", a la asistencia en caso de necesidad por razón de
enfermedad o de edad (OA 14).
|
-Reléanse a la luz de estos textos, y de la cita bíblica del nº 27,
todos nuestros discursos sobre el "ajuste", la "moderación" salarial
y demás eufemismos. Reléanse las condiciones impuestas por el FMI a
los países más pobres. No hay duda de que éste es el punto en que la
DSI más choca con la práctica habitual del capitalismo. Pero no sólo
porque esto no sea factible en un determinado momento, sino porque
no existe en absoluto la voluntad de "ir caminando lo más
rápidamente posible" hacia esa meta, como pedía Pío XI. La voluntad
latente es más bien la contraria, en un sistema que sólo se rige por
la competitividad, olvidando el contrapunto necesario de la
solidaridad... Queremos notar también que los papas hablan sólo de
la funcionalidad, no de la cuantía del salario. Esa función se puede
realizar bien por su volumen, bien por formas de participación en la
empresa, etc. |

JUAN
PABLO II
"sollicitudo rei socialis"
"preocupación por la cuestión social" 1987
|
5. Todo lo anterior se
agrava considerablemente cuando la economía se convierte de
"productiva" en "especulativa"
29. Es necesario
denunciar la existencia de unos mecanismos económicos,
financieros y sociales, los cuales, aunque manejados por la
voluntad de los hombres, funcionan de modo casi automático,
haciendo más rígidas las situaciones de riqueza de los unos y de
pobreza de los otros. Estos mecanismos, maniobrados por los
países mas desarrollados de modo directo o indirecto, favorecen a
causa de su mismo funcionamiento, los intereses de los que los
maniobran, aunque terminan por sofocar o condicionar las economías
de los países menos desarrollados. Es necesario someter en el futuro
estos mecanismos a un análisis atento bajo el aspecto ético-moral (SRS
1).
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A
partir de aquí, quizás podemos dar ya respuesta a la frase de Pío XI
que sirvió de título a nuestro capítulo I: ¿cuáles son esos "vicios
gravísimos" de nuestra economía?: |

PIO XI
"quadragésimo
anno"
"a los
cuarenta años" 1931
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30.
La economía no es viciosa por naturaleza, sino que viola el recto
orden sólo cuando el capital abusa de los obreros y de la clase
proletaria con la finalidad y de tal forma que los negocios e
incluso toda la economía se plieguen a su exclusiva voluntad y
provecho, sin tener en cuenta para nada ni la dignidad humana de los
trabajadores, ni el carácter social de la economía, ni aun siquiera
la misma justicia social y el bien común (QA 101).
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La
pregunta mordaz que han lanzado contra la Iglesia algunos defensores
del sistema ("¿está Dios contra la economía?") tiene aquí la
respuesta, dada hace ya medio siglo.
Y si el sistema conlleva esa dinámica intrínseca de injusticia,
uno de los mínimos remedios que exige (no para ser transformado pero
al menos para ser suavizado) será la intervención del estado. |
5. LA
INTERVENCIÓN DEL ESTADO |

PIO
XII
"la solennita" 1941 |
31.
Mientras el estado, durante el s. XIX, por exagerada exaltación de
la libertad, consideraba como fin exclusivo suyo tutelar la
libertad con el derecho, León XIII le advirtió ser igualmente suyo
el aplicarse a la atención social, procurando el bienestar de
todo el pueblo y de todos sus miembros, particularmente de los
débiles y de los desheredados (Sol 9).
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En
estas palabras (que provienen de un mensaje con motivo del 50
aniversario de RN) reaparecen las dos posturas que hoy vemos
debatirse entre derechas e izquierdas: el estado no debe intervenir
más que para garantizar la libertad del capital, porque siempre que
interviene, la economía va peor. A la que Pío XII contrapone esta
otra concepción: el estado casi no tiene más razón de ser que
garantizar la defensa de los más débiles y, a partir de ahí, el
bienestar de todos los ciudadanos. La razón, profundamente bíblica,
la había dado ya, cincuenta años antes, León XIII: |

LEÓN
XIII "rerum novarum"
"nuevas situaciones"
1891
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32.
La raza de los ricos, como se puede amurallar con sus propios
recursos, necesita menos del amparo de la pública autoridad; el
pueblo pobre, como carece de medios propios con que defenderse,
tiene que apoyarse grandemente en el patrocinio del estado... Queda
al alcance de los gobernantes beneficiar a los demás órdenes
sociales y aliviar grandemente la situación de los proletarios; y
esto en virtud del mejor derecho y sin la más leve sospecha de
injerencia, ya que el Estado debe velar por el bien común como
propia misión suya (RN 22 y 23).
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JUAN
XXIII
"pacem
in terris"
"paz
en la tierra" 1963 |
33.
Y de ninguna manera se ha de caer en el error de que la autoridad
civil sirva al interés de uno o de pocos, habiendo sido establecida
para procurar el bien de todos. Sin embargo, razones de
justicia y de equidad pueden tal vez exigir que los poderes públicos
tengan especiales consideraciones hacia los miembros más
débiles del cuerpo social, encontrándose éstos en condiciones de
inferioridad para hacer valer sus propios derechos y para conseguir
sus legítimos intereses (PT 51).
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La parcialidad hacia los más débiles es la
única manera de que la autoridad sea verdaderamente "de todos los
ciudadanos". Una de las razones primarias de la autoridad es, por
tanto, la defensa de los indefensos y de los que carecen de
recursos. Cómo debe entenderse este apoyo lo sugiere el siguiente
texto: |

JUAN
PABLO II
"centesimus
annus"
"a los
cien años..." 1991
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34.
La falta de seguridad, junto con la corrupción de los poderes
públicos y la proliferación de fuentes ilícitas de aumento del
patrimonio familiar, y de beneficios fáciles basados en actividades
ilegales o puramente especulativas, es uno de los obstáculos
principales para el desarrollo y para el orden económico (CA 48).
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Debería darse una interacción entre unos poderes que controlen la
corrupción económica de los pudientes, y una ciudadanía que controle
la corrupción de los poderes públicos. Eso sería una verdadera
democracia. Alguna concreción de esas "especiales consideraciones"
(de que hablaba el texto 33) la sugiere el texto siguiente |

JUAN
XXIII
"pacem
in terris"
"paz
en la tierra" 1963 |
35.
No menor empeño habrán de poner los que tienen el poder civil en
lograr que a los obreros aptos para el trabajo se les ofrezca la
oportunidad de conseguir empleos adecuados a sus fuerzas; que la
remuneración del trabajo se determine según criterios de
justicia y equidad; que en los complejos productivos se dé a los
obreros la posibilidad de sentirse responsables de la empresa
en que trabajan; que se puedan constituir unidades intermedias
que hagan más fácil y fecunda la convivencia de los ciudadanos; que
finalmente todos, por procedimientos aptos y graduales puedan tener
participación en los bienes de la cultura (PT 59).
36. La experiencia atestigua que, dondequiera
que falte una apropiada acción de los poderes públicos, los
desequilibrios económicos, sociales y culturales de los seres
humanos tienden, sobre todo en nuestra época, a acentuarse más bien
que a reducirse, y se llega por lo mismo a hacer que "derechos y
deberes del hombre" no sean más que vocablos desprovistos de
toda eficacia (PT 58).
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Derecho al trabajo, derecho al salario justo,
derecho a la corresponsabilidad y a niveles autónomos de gestión,
derecho a la cultura. Un sistema que no facilite esos objetivos,
aunque consiga otros, no es un sistema racional ni humano ni justo,
como sugiere el párrafo siguiente: |
"mater
et magistra"
"madre
y maestra" 1961 |
37.
Esta intervención estatal que fomenta, estimula, organiza, protege y
completa, descansa sobre el principio de subsidiariedad,
establecidas por Pío XI: "sigue en pie y firme... aquel grave
principio inamovible...: como no puede quitarse a los individuos lo
que ellos pueden realizar con su propio ingenio o esfuerzo, y darlo
a la comunidad, así tampoco es justo, sino que constituye una grave
perturbación... que se quite a las comunidades menores o inferiores
lo que ellas pueden realizar y conseguir, para dárselo a una
instancia más elevada. Pues toda acción de la sociedad, por su misma
fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo
social, pero no destruirlos ni absorberlos (MM 53, QA 79).
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-Pero toda esta intervención estatal debe hacerse siempre respetando
el importante "principio de subsidiariedad" (que desgraciadamente,
parece no tener valor para la misma Iglesia que lo proclama): lo que
pueden hacer las instancias más cercanas, no deben hacerlo las más
lejanas:
-"Potenciar sin destruir". Una de las grandes dificultades para todo
esto, en el momento actual, es la tremenda interdependencia de todas
las economías y la conversión de un mundo tan espantosamente
desigual en "aldea global". |

JUAN
PABLO II
"laborem
exercens"
"trabajando" 1981
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38.
Es el Estado el que debe realizar una política laboral justa. No
obstante... dentro del sistema actual de relaciones económicas en el
mundo, se dan entre los Estados múltiples conexiones... por ejemplo,
en los procesos de importación y exportación... Estas
relaciones crean a su vez dependencias recíprocas y,
consiguientemente, sería difícil hablar de plena autosuficiencia...
por lo que se refiere a cualquier Estado, aunque sea el más poderoso
en sentido económico.
Tal
sistema de dependencias recíprocas, es normal en sí mismo; sin
embargo, puede convertirse fácilmente en ocasión para diversas
formas de explotación o de injusticia, y de este modo influir en
la política laboral de los Estados y en última instancia sobre el
trabajador que es el sujeto propio del trabajo (LE 17).
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Esto nos lleva a la necesidad de considerar las relaciones
internacionales también en el campo de la economía. La SRS, escrita
a raíz del aniversario de la PP, comenzaba señalando que lo que más
ha cambiado desde aquella encíclica hasta hoy es precisamente la
mundialización de la economía que pone de relieve, a la vez, nuevas
irracionalidades e injusticias, junto con innegables dificultades
para solventarlas a niveles particulares. Ello nos lleva a un nuevo
capítulo en esta antología. |