Nació en Villamor de los Escuderos,
Zamora. En 1903 ingresó en el colegio salesiano de
San Benito (Salamanca), donde estuvo tres años y
luego pasó al noviciado de Carabanchel, donde
profesó como salesiano en 1908. En 1916 fue ordenado
presbítero en Salamanca, continuando allí un año más
con el cargo de catequista. Luego estuvo destinado
en Talavera de la Reina, Salamanca, Baracaldo, Béjar,
Madrid-Atocha, Santander-Don Bosco, donde fue
director durante tres años, y Vigo. A la casa de
Estrecho llegó en 1935, como profesor de enseñanza
elemental.
Fue don Sabino un salesiano de espíritu serio,
quizás un poco reservado, muy estudioso, culto,
exigente consigo mismo y también con los demás, buen
predicador, buen religioso, exacto cumplidor de las
Constituciones, las cuales defendía con tesón cuando
era menester y a las cuales ajustaba su criterio y
su consejo.
El día 19 de julio de 1936, este sacerdote salesiano sufrió, junto con los demás hermanos de la comunidad de Estrecho, las consecuencias del asalto al colegio. Con todos ellos fue conducido a la Dirección General de Seguridad. Don Sabino llegó sangrando. Al salir libre aquella misma tarde, y tras otros intentos, encontró asilo en el domicilio de doña Ana Fernández Vallejo, en la calle Fuencarral, 10. El día 28 de julio unos milicianos irrumpieron en el piso y le detuvieron por ser sacerdote. Inmediatamente lo llevaron a un desconocido lugar donde lo fusilaron.