PALABRA DE DIOS 

 

 

 

PRIMERA LECTURA
Eclesiástico 3, 3-7. 14-17a

El Eclesiástico, del que está tomada esta primera lectura, es un libro de sabiduría.
      Nos habla del amor y respeto a los padres.
      Con ello, se expían los pecados, se acumula tesoros, se alegrará uno de sus hijos, será escuchado en la oración, tendrá larga vida, será querido por Dios.

 

PRESENTACIÓN

Las relaciones familiares ocupan un lugar importante en la Sagrada Escritura, partiendo ya del cuarto mandamiento de la Ley de Dios.

La sociedad en la que vive el autor del libro del Eclesiástico es muy diferente a la nuestra. Ben Sirá vive en Jerusalén dentro de una familia acomodada y conservadora de lo que tiene.

En una época en la que el helenismo va haciendo acto de presencia, la familia se presenta como una célula de resistencia al paganismo.

En nuestro marco de relaciones en el que, además de nuestra vida familiar formamos parte de otros grupos y asociaciones, a las que aportamos y nos aportan, la familia de la que nos habla el Eclesiástico se nos queda un tanto estrecha, más aún a los que vivimos en unas sociedades urbanas. El núcleo familiar está muy estructurado y dominado por la autoridad paterna, de la que depende todo y a la que hay que escuchar y obedecer como obligación.

Así, pues, el respeto a los padres es de un valor tan grande que se equipara a los sacrificios de expiación que se hacían en el templo; el mejor camino para ser feliz es recibir, sin protestar, la educación y la formación de los padres.

El respeto al orden familiar produce bienes de todo tipo. A parte de la expiación de los pecados, nos habla Ben Sirá de tesoros que se acumulan, es decir, el premio de las riquezas. de hijos que se portan bien, de oración que es escuchada y de bendición de Dios, de la que es signo la larga vida.

Respetar a los padres, aun cuando ya sean mayores y no estén en plenas facultades, lleva consigo el pago por los pecados, que se desharán como con el calor la escarcha.

LECTURA DEL LIBRO DEL ECLESIÁSTICO 3, 3-7. 14-17A

Dios hace al padre más respetable que a los hijos
y afirma la autoridad de la madre sobre la prole.

El que honra a su padre expía sus pecados,
el que respeta a su madre acumula tesoros;
el que honra a su padre se alegrará de sus hijos,
y cuando rece, será escuchado;
el que respeta a su padre tendrá larga vida,
al que honra a su madre el Señor le escucha.

Hijo mío, sé constante en honrar a tu padre,
no lo abandones, mientras viva;
aunque flaquee su mente, ten indulgencia,
no lo abochornes, mientras seas fuerte.

La piedad para con tu padre no se olvidará,
será tenida en cuenta para pagar tus pecados;
el día del peligro se te recordará
y se desharán tus pecados
como la escarcha bajo el calor.

Palabra de Dios


 

 

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 127

PRESENTACIÓN

Este salmo lo cantaban los peregrinos caminando hacia Jerusalén.

Presenta la existencia sencilla, alegre y reconfortante del que vive en armonía con el Señor.

"¡Feliz el que teme al Señor
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien."

Es el cuadro idílico, sencillo y fresco de la "felicidad en familia", de una familia modesta que vive de su trabajo, en la que la madre cobija a todos y en la que todos juntos se sientan a la mesa.

"Tu mujer como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa."

La estrofa final es una bendición que los sacerdotes pronunciaban sobre los peregrinos, a su llegada al templo

"Que el Señor te bendiga desde Sión,
todos los días de tu vida."

(SALMO 127)

R/. DICHOSO EL QUE TEME AL SEÑOR Y SIGUE SUS CAMINOS

¡Dichoso el que teme al Señor,
y sigue sus caminos!
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.

Esta es la bendición del hombre
que teme al Señor:
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida.

 

SEGUNDA LECTURA
Colosenses 3, 12-21

La familia cristiana es Iglesia doméstica y todo aquello que San Pablo pide a la comunidad cristiana, vivido en la comunidad familiar, le dará fuerza y vida.

 

PRESENTACIÓN

La Iglesia, la comunidad cristiana, es familia de Dios y desde Él debe ir constituyéndose y viviendo las relaciones interpersonales.

En la familia de Dios no hay diferencias entre esclavos y libres, gentiles o judíos, mujeres y hombres..., ya que todos somos hermanos en Cristo.

Como pueblo elegido, sacro y amado por Dios, debemos ir construyendo la comunidad de los santos, y para ello Pablo nos presenta cinco virtudes: "la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura y la comprensión".

Una comunidad formada por personas débiles y pecadoras, si quiere ser santa, debe estar constantemente abierta al perdón, como Cristo nos perdona.

Y las cinco virtudes y el perdón deben estar unidos por el amor, que es el que lo autentifica todo.

Como fruto maduro, la paz de Cristo, árbitro de toda la vida comunitaria.

Para alcanzar estas metas nos recordará la importancia de la Eucaristía. la "Acción de Gracias": la escucha e interiorización de la Palabra, la oración y el testimonio de vida.

Con gran facilidad pasa Pablo de la comunidad eclesial a la comunidad doméstica, la familia. Poniéndonos en la cultura y las costumbres de la época, resaltemos estas invitaciones: "Maridos, amad a vuestras mujeres" y "padres, no exasperéis a vuestros hijos".

LECTURA DE LA CARTA A LOS COLOSENSES 3, 12-21

Hermanos:

Como pueblo elegido de Dios, pueblo sacro y amado, sea vuestro uniforme: la misericordia entrañable, la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión.

Sobrellevaos mutuamente y perdonaos, cuando alguno tenga quejas contra otro.

El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.

Y por encima de todo esto, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.

Y sed agradecidos: la Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.

Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.

Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, ofreciendo la Acción de Gracias a Dios Padre por medio de él.

Mujeres, vivid bajo la autoridad de vuestros maridos, como conviene en el Señor.

Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, que eso le gusta al Señor.

Padres, no exasperéis a vuestros hijos, no sea que pierdan los ánimos.

Palabra de Dios

 

ACLAMACIÓN

Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón y que la Palabra de Cristo habite en vosotros en toda su riqueza.

 

EVANGELIO
Lucas 2, 41-52

Jesús ha alcanzado la mayoría de edad legal y sube a Jerusalén para la Pascua.
       A la vuelta se queda en Jerusalén.
       Después de larga búsqueda, sus padres lo encuentran en el templo hablando con los sabios.
        Más importante que la familia son las cosas y la casa del Padre.
       Con todo, bajó a Nazareth y seguía bajo su autoridad.

 

PRESENTACIÓN

En el siglo I el judío accedía a la mayoría de edad a los doce años, asumiendo los derechos y deberes correspondientes, entre ellos el de subir anualmente a Jerusalén para las fiestas de Pascua.

Con demasiada frecuencia hemos aniñado este relato. Jesús ya no es un niño, es un muchacho o un joven, un hijo adulto.

Tampoco podemos centrar el relato en en tema de rebeldía de Jesús con respecto a sus padres; no está en el proyecto de Lucas.

San Lucas coloca este episodio como conclusión de los relatos de infancia y sabemos que el evangelista pretende con ellos anticipar algunos temas o actitudes que más tarde serán fundamentales en la vida de Jesús.

El texto de hoy quiere resaltar la estrecha relación entre Jesús y el Padre, una relación que está por encima de los lazos familiares más profundos.

También el evangelista está interesado en resaltar la inteligencia y la sabiduría de Jesús frente a los maestros de Israel legalmente constituidos; este tema se presentará también a lo largo del evangelio.

No es fácil para los padres comprender las palabras del hijo, le sobrepasan; pero la madre no las olvida y las guarda en el corazón para ir reflexionándolas y creciendo en la comprensión de lo que se presenta como un misterio. 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 
2, 41-52

Los padres de Jesús solían ir cada año a Jerusalén por las fiestas de Pascua.

Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre, y cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres.

Estos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.

A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas: todos los que le oían, quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba.

Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre:

-Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.

El les contestó:

-¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?

Pero ellos no comprendieron lo que quería decir.

El bajó con ellos a Nazaret y siguió bajo su autoridad.

Su madre conservaba todo esto en su corazón.

Y Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y los hombres.

Palabra del Señor