En su visita a Gran Bretaña el Papa se se ha reunido hoy con los jóvenes al final de la misa en la catedral de Westminster y los exhortó a acercarse a Jesucristo con el corazón, sin egoísmos, y con la oración disciplinada incluso en medio del ajetreo y de las presiones de la vida cotidiana.
Recordando el lema de este viaje apostólico “El corazón habla al corazón”, el Papa dijo que hablaría desde su corazón y les pidió que abrieran el suyo para escucharlo.
“Pido a cada uno, en primer lugar, que mire en el interior de su propio corazón. Que piense en todo el amor que su corazón es capaz de recibir, y en todo el amor que es capaz de ofrecer. Al fin y al cabo, hemos sido creados para amar. Esto es lo que la Biblia quiere decir cuando afirma que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios: Hemos sido creados para conocer al Dios del amor, a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y para encontrar nuestra plena realización en ese amor divino que no conoce principio ni fin”.
Benedicto XVI subrayó que hemos sido creados para recibir amor, que todos los días debemos agradecer a Dios el amor que ya hemos conocido. Necesitamos dar gracias al Señor – dijo el Papa-por el amor que hemos recibido de nuestras familias, nuestros amigos, nuestros maestros, y todas las personas que en nuestras vidas nos han ayudado a darnos cuenta de lo valiosos que somos a sus ojos y a los ojos de Dios.
El Santo Padre también recordó hemos sido creados también para dar amor, para hacer de él la fuente de cuanto realizamos y lo más perdurable de nuestras vidas. Y advirtió que si bien esto parece muy natural, a veces se constata que es difícil amar porque nuestro corazón puede endurecerse fácilmente por el egoísmo, la envidia y el orgullo. Y recordando que la beata Teresa de Calcuta, la gran misionera de la Caridad, nos recordó que dar amor, amor puro y generoso, es el fruto de una decisión diaria, el Papa se despidió de los jóvenes invitándolos a acercarse a Jesucristo, con el corazón y a través de la oración disciplinada incluso en medio del ajetreo y de las presiones de la vida cotidiana.
“El corazón que habla al corazón. Con estas palabras de mi corazón, queridos jóvenes, os aseguro mi oración por vosotros, para que vuestra vida dé frutos abundantes para la construcción de la civilización del amor. Os ruego también que recéis por mí, por mi ministerio como Sucesor de Pedro, y por las necesidades de la Iglesia en todo el mundo. Sobre vosotros, vuestras familias y amigos, invoco las bendiciones divinas de sabiduría, alegría y paz.”.
http://www.agenciasic.es/2010/09/18/el-papa-exhorta-a-los-jovenes-a-construir-una-sociedad-basada-en-el-amor/