PALABRA DE DIOS 

 


 

PRIMERA LECTURA
Eclesiástico 27, 30 - 28, 7

El texto de hoy nos habla del perdón de Dios
      Dios no sólo es justo, sino que por delante pone el amor, la misericordia y el perdón.
     Pero el perdón lo condiciona al perdón que nosotros damos a los demás.
     "Perdona la ofensa a tu prójimo y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas".


 


PRESENTACIÓN

La ley del Talión era una norma de justicia. "Ojo por ojo, diente por diente". En realidad se decía que a nadie se le hiciera más daño del que él había hecho (no: "dos ojos por ojo, tres dientes por diente").

Al hombre religioso no le basta con ser justo, debe ser bueno, porque Dios, además de ser justo, es bueno.

Donde no llega la ley del Talión es al perdón.

Y, Dios, que es justo y bueno, es también Dios de perdón, pero une su perdón al nuestro.

También nosotros debemos ser justos, buenos y perdonar, si bien tendemos en nuestro interior al odio, la venganza y al pagar con la misma moneda.

El texto deja claro lo que Dios quiere y espera de nosotros, y lo que nosotros podemos esperar de Él en lo referente al perdón.

Si actuamos con odio y violencia con el prójimo, si la venganza es nuestra forma de pagar, el Señor lo tendrá en cuenta. No pidas a Dios lo que eres incapaz de dar tú.

Si de tu corazón no sale el perdón, la compasión, la generosidad, ¿qué esperas del Señor?

Al final todo se reduce al mandamiento del amor.

Hoy, como ayer, sigue anidando el odio, la venganza y el rencor en el corazón humano y hoy, como ayer, igual que Ben Sirá es necesario seguir anunciando, con hechos y palabras, la preferencia que Dios da al perdón, la compasión y el entendimiento mutuo.

ECLESIÁSTICO 27,30 - 28,7

El furor y la cólera son odiosos:
el pecador los posee.

Del vengativo se vengará el Señor
y llevará estrecha cuenta de sus culpas.

Perdona la ofensa a tu prójimo,
y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas.

¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro
y pedir la salud al Señor?

No tiene compasión de su semejante,
¿y pide perdón de sus pecados?

Si él, que es carne, conserva la ira,
¿quién expiará por sus pecados?

Piensa en tu fin y cesa en tu enojo,
en la muerte y corrupción y guarda los mandamientos.

Recuerda los mandamientos y no te enojes con tu prójimo,
la alianza del Señor, y perdona el error.

Palabra de Dios

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 102

PRESENTACIÓN

El salmo 102 es el salmo de la ternura de Dios.

A alguien podría haberle quedado la sensación de que Dios es vengativo, de que es incapaz de perdonar. Nada de eso

"Bendice alma mía a Yhavhé
y no olvides sus muchos beneficios"

Él se acerca al que de corazón y con sinceridad pide perdón de sus pecados y debilidades; Él le saca de la fosa en la que ha caído y le hace remontar como el águila.

No hay que temer a Dios, hay que amar a Dios

"Él es clemente y misericordioso
tardo a la cólera y lleno de amor
...
no nos trata según nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras culpas".

Él es un Padre que quiere a sus hijos, sabe que somos débiles, que nuestra masa ha sido el barro; él sabe que somos pasajeros, como la hierba del campo, que acabamos no siendo nada para nadie más que para él, pues...

"El amor de Yhavhé desde siempre y hasta siempre
para los que le temen
y su justicia para los hijos de sus hijos,
para aquellos que guardan su alianza
y se acuerdan de cumplir sus mandatos."

Acercaos todos confiadamente al Señor y uniros conmigo a la acción de gracias y a la bendición. Porque Él sale a nuestro encuentro y las lágrimas se evaporan, los miedos huyen y la consolación, como un río delicioso, inunda nuestros valles

"Bendecid a Yhavhé
servidores suyos, ejecutores de su voluntad.
Bendecid a Yhavhé todas sus obras,
en todos los lugares de su imperio.
¡Bendice alma mía a Yhavhé!"

 

SALMO 102 

R/. EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO
LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.
R/. EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO
LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R/. EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO
LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

No está siempre acusando,
ni guarda rencor perpetuo.
No nos trata como merecen
nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
R/. EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO
LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.

R/. EL SEÑOR ES COMPASIVO Y MISERICORDIOSO
LENTO A LA IRA Y RICO EN CLEMENCIA.

 

SEGUNDA LECTURA
Romanos 14, 7-9

Cuántas veces damos importancia a cosas que no la tienen.
      Cuántas veces nos enfrentamos y dividimos, siendo antitestimonio de la comunión cristiana.
      Si Jesucristo nos une a todos, ¿no es eso mucho más que lo que nos diferencia?
      Si vivimos o si morimos, somos del Señor.

 

PRESENTACIÓN

En el camino de la fe, del seguimiento de Jesucristo, no vamos todos al mismo paso y con el mismo uniforme. Lo que es cierto es que, cada uno a su paso, cada uno con su uniforme, vamos tras el mismo Señor.

Y eso es lo realmente importante.

Fuertes y débiles, conservadores y progresistas, avanzados y retrógrados... siempre poniendo etiquetas, peor aún, criticándonos y desacreditándonos unos a otros.

¿Qué es lo verdaderamente importante? - Que todos tenemos un solo Señor, una sola fe, un solo Bautismo, un solo Dios y Padre.

¿Por qué no resaltamos lo que nos une, que es lo realmente esencial y respetamos otras cosas que pertenecen al terreno de las formas?

"Acoged bien al que es débil en la fe, sin discutir opiniones" (Rom 14,1), "¡Aténgase cada cual a su conciencia!" (Rom 14, 5b).

Lo importante es que todo lo hagamos por el Señor.

El es el centro de nuestra vida y de nuestra muerte, para Él vivimos y para Él morimos.

Y, si en vida y en muerte somos del Señor, porque él ha dado la vida por nosotros, tú, ¿porqué juzgas al hermano? y tú, ¿porqué desprecias al hermano? (Rom 14,10)

Acabará San Pablo esta reflexión diciendo que lo importante en la relación fraterna entre cristianos, es fomentar entre todos "la paz y la mutua edificación" v19 y no dar escándalo, siendo para otros "ocasión de caída tropiezo o debilidad" v21.

ROMANOS 14, 7-9

Hermanos:

Ninguno de nosotros vive para sí mismo
y ninguno muere para sí mismo.

Si vivimos, vivimos para el Señor;
si morimos, morimos para el Señor.
En la vida y en la muerte somos del Señor.

Para esto murió y resucitó Cristo,
para ser Señor de vivos y muertos.

Palabra de Dios

 

 

ACLAMACIÓN
Juan 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo -dice el Señor-, que os améis unos a otros, como Yo os he amado.

 

EVANGELIO
Mateo 18, 21-35

Pedro, el discípulo,  le pregunta a Jesús, el Maestro, sobre el perdón: "Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar?
      Jesús le dirá que el perdón no tiene límites, como no lo tiene el de dios.
     Sólo aquel que se cierra al perdón al hermano, se cierra al perdón de Dios.


 

PRESENTACIÓN

Si el domingo pasado el tema del Evangelio era la corrección fraterna, este domingo se continúa con el tema del perdón.

Como decíamos la semana pasada, el capítulo 18 de San Mateo va marcando caminos de convivencia de la comunidad cristiana, inspirándose en la palabra y la vida de Jesús.

Se inicia la presentación del tema con una pregunta del discípulo al Maestro: ¿Cuántas veces tengo que perdonar, hasta siete?

Pedro se mantiene en la casuística de la época, que marcaba las tendencias de las escuelas y de los maestros en la interpretación de la Ley.

En el grupo de los de Jesús, lo importante no es la casuística, sino seguir el camino marcado por él, desde el corazón.

Por eso la respuesta es que el perdón no tiene límites, ya que el perdón en Dios y en Jesús, tampoco lo tienen.

La parábola del rey y el criado viene a reforzar la doctrina del perdón, desde Dios.

El rey no espera a que el criado perdone primero al compañero la pequeña deuda que tiene con él. El se adelanta y perdona la gran deuda. Es la mala actuación del criado la que replantea todo ("El señor lo llamó y le dijo: ¡Siervo malvado!").

"Perdono, pero no olvido", "perdono, pero, para mí, ya se acabó", "perdono, pero que no vuelva a verte", perdono, pero...".

"Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada uno no perdona de corazón a su hermano" v35.

MATEO 18, 21-35

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:

-Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?

Jesús le contesta:

-No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.

Y les propuso esta parábola:

Se parece el Reino de los Cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.

El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:

-Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo.

El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios, y agarrándolo lo estrangulaba diciendo:

-Págame lo que me debes.

El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:

-Ten paciencia conmigo y te lo pagaré.

Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.

Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:

-¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?

Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.

Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo si cada cual no perdona de corazón a su hermano.

Palabra de Dios