PALABRA DE DIOS 

 


 

PRIMERA LECTURA
Isaías 5, 1-7

El canto del amor del amigo a su viña.
      Cuánto la cuidó; esperó que diera uvas y dio agrazones.
El amigo es el Señor y la viña el pueblo elegido y cuidado; no dio frutos.
      ¿Qué va a hacer el Señor con su viña?, abandonarla.


 


PRESENTACIÓN

Este canto de amor a la viña pertenece a la primera época de los libros de Isaías, entre el 740 - 734 a.C., en el reinado del rey Yotán.

Al profeta le preocupa la situación social y religiosa.

Por una parte, constata numerosas injusticias en los jueces, corrupción en las autoridades, codicia en los terratenientes, opresión en los gobernantes:

- "Tus jefes son bandidos, socios de ladrones: todos amigos del soborno, en busca de regalos" (1, 23)

Por otra parte, se pretende esconder todo esto con una falsa piedad y abundantes prácticas religiosas:

- "¿Qué me importa el número de vuestros sacrificios?, dice el Señor. Estoy harto de vuestros holocaustos de carneros, de grasa de cebones" (1,11)

- "Cómo se ha vuelto una ramera la Villa Fiel" (1, 21)

¿Porqué ha respondido así al amor, al cariño con que se le ha tratado?

En este canto, el profeta presta la voz a su amigo, Dios: "Voy a cantar en nombre de mi amigo un canto de amor a su viña".

La historia de Israel es siempre la historia de un amor no respondido. (¿Sólo de Israel?).

Quizá en una fiesta de la vendimia, el profeta pronuncia este canto bellísimo a la viña.

Qué cuidados, qué mimos ha dado el amigo a su viña: en un lugar fértil, bien trabajada, cavada y quitadas las piedras, unas cepas escogidas y protegidas con una valla.

Con esperanza construye una casa y un lagar donde poder pisar la uva y obtener unos buenos vinos. Todo hacía presentir una buena cosecha.

El canto a la viña termina bruscamente: "Dio agrazones"

Ahora el profeta cambia totalmente el discurso, se vuelve inquisidor: ¿Qué más cabía hacer...?, ¿Por qué no dio uvas?

Finalmente dice lo que va a hacer con la viña: la abandonará a su suerte.

Y, por si alguien no se ha enterado, termina concretando. Primero, ¿quién es la viña?: Israel; segundo, ¿qué esperaba al amor dado?: Amor, pero un amor que pasa por el amor al prójimo. Porque si Dios espera algo de nosotros es que nos amemos unos a otros. Este es el "derecho" y la "justicia" que Él espera.

ISAÍAS 5, 1-7

Voy a cantar en nombre de mi amigo
un canto de amor a su viña.

Mi amigo tenía una viña
en fértil collado.
La entrecavó, la descantó
y plantó buenas cepas;
construyó en medio una atalaya
y cavó un lagar.

Y esperó que diese uvas,
pero dio agrazones.

Pues ahora, habitantes de Jerusalén,
hombres de Judá,
por favor, sed jueces
entre mí y mi viña.

¿Qué más cabía hacer por mi viña
que yo no lo haya hecho?
¿Por qué, esperando que diera uvas,
dio agrazones?

Pues ahora os diré a vosotros
lo que voy a hacer con mi viña:
quitar su valla
para que sirva de pasto,
derruir su tapia
para que la pisoteen.

La dejaré arrasada:
no la podarán ni la escardarán,
crecerán zarzas y cardos,
prohibiré a las nubes
que lluevan sobre ella.

La viña del Señor de los ejércitos
es la casa de Israel;
son los hombres de Judá
su plantel preferido.

Esperó de ellos derecho,
y ahí tenéis asesinatos;
esperó justicia,
y ahí tenéis: lamentos.

Palabra de Dios

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 79

PRESENTACIÓN

El salmo 79 es la oración de Israel ante una gran desgracia. Posiblemente la caída de Samaría (721 a.C.) puede ser el telón de fondo de este salmo.

El enemigo ha invadido el territorio, ha destruido todo y  Dios parece que no se entera.

"Pastor de Israel, escucha...
despierta tu poder y ven a salvarnos...
Señor, Dios de los ejércitos,
¿hasta cuándo te escondes en el humo
mientras tu pueblo te suplica?

La viña del Señor ha quedado destruida, pisoteada; aquella vid que Él sacó de Egipto, que, expulsando a los paganos, la trasplantó en la porción de terreno que había reservado para su pueblo.

"¿Por qué has abierto una brecha en su cerca
para que la vendimien los viandantes
y la pisoteen los jabalíes
y sean pasto de las alimañas?

El salmista le pide a Dios que se fije, que mire lo que pasa, que no olvide que fue él quien plantó la viña.

Entiende, al final, el salmista el porqué de todo lo que sucede y promete la enmienda

"No nos alejaremos de ti;
danos vida para que invoquemos tu nombre".

 

SALMO 79

R/. LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL.

Sacaste, Señor, una vid de Egipto,
expulsaste a los gentiles,
y la trasplantaste.
Extendió sus sarmientos
hasta el mar
y sus brotes hasta el Gran Río.
R/. LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL.

¿Por qué has derribado su cerca,
para que la saqueen los viandantes,
la pisoteen los jabalíes
y se la coman las alimañas?
R/. LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL.

Dios de los ejércitos, vuélvete:
mira desde el cielo, fíjate,
ven a visitar tu viña,
la cepa que tu diestra plantó,
y que tu hiciste vigorosa.
R/. LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL.

No nos alejaremos de ti
danos vida, para que invoquemos tu nombre.
Señor Dios de los ejércitos, restáuranos,
que brille tu rostro y nos salve.
R/. LA VIÑA DEL SEÑOR ES LA CASA DE ISRAEL.

 

SEGUNDA LECTURA
Filipenses 4, 6-9

Anima San Pablo a la comunidad de Filipos a poner toda su confianza en Dios y, así, la paz de Dios estará con ellos.
      Si viven buscando lo verdadero, lo justo, lo puro, lo amable...; si viven siguiendo las enseñanzas del apóstol, tendrán con ellos al Dios de la paz.

 

PRESENTACIÓN

Como hace en otras cartas, al final de la que escribe a los Tesalonicenses, Pablo orienta a cerca del comportamiento cristiano, que, en los hechos, no es diferente de un comportamiento verdadero y plenamente humanos, aunque nosotros somos ciudadanos del cielo y, por lo tanto, no tenemos que centrarnos en lo terreno.

Les dirá que, como cristianos, deben estar siempre alegres, y que esa alegría debe ser un signo ante los demás, así como la comprensión y la mesura.

Vivimos en medio del mundo, sabiendo que el Señor está cerca y que caminamos hacia él. Esto nos lleva a ir por la vida con una serena esperanza, animada por la oración y vivida en la paz del Señor.

Finalmente, dos líneas de comportamiento:

Todo lo que hay de bueno en el mundo, tenedlo por vuestro. Lo verdadero, lo justo, lo respetable, lo limpio, lo estimable, lo de buena fama, los méritos y virtudes, todo ello, que formaba parte de los ideales de la época en Grecia, es cristiano, porque es verdaderamente humano y, sobretodo, porque el cristiano lo vive desde su pertenencia a Cristo.

La segunda línea de comportamiento, como tantas veces lo ha dicho, su ejemplo: "lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí, llevadlo a la práctica.

Pablo puede ponerse como modelo de conducta porque su vida es una vida en Cristo. Ya lo dijo al comienzo de la carta: "Para mí vivir es Cristo"

FILIPENSES 4, 6-9

Hermanos:

Nada os preocupe; sino que en toda ocasión, en la oración y súplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito tenedlo en cuenta.

Y lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis y visteis en mí ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.

Palabra de Dios

 

 

ACLAMACIÓN
Juan 15, 16

Yo os he elegido del mundo, para que vayáis y deis fruto y vuestro fruto dure -dice el Señor.

 

EVANGELIO
Mateo 21, 33-43

Otra parábola dirigida a los sumos sacerdotes y ancianos del pueblo.
      Sigue usando Jesús el tema de la viña. Tiene presente el canto a la viña del profeta Isaías.
      Jesús va más allá que Isaías; no sólo no han cuidado de la viña, sino que mataron a los enviados de Dios, incluso al Hijo.
      Han perdido la viña y el Reino de Dios.


 

PRESENTACIÓN

Jesús sigue hablando a los sumos sacerdotes y a los ancianos, que formaban el Senado, el Sanedrín, y que habían puesto en entredicho su autoridad.

A continuación de la parábola de los hijos a los que el padre manda a la viña, les propone otra parábola: la de los viñadores perversos.

En la tradición del Antiguo Testamento, y recogida también en el Nuevo Testamento, Israel ha sido comparado con una viña y sus jefes los viñadores.

Al igual que Isaías en el texto que hemos proclamado en la primera lectura, Jesús trae la alegoría de la viña para hacer un resumen de lo que ha sido la historia del pueblo elegido, principalmente de sus responsables.

Isaías denunciaba al pueblo, que no había dado frutos, sólo agrazones.

Jesús, que está hablando a los sumos sacerdotes y responsables del pueblo, dirige a ellos su denuncia.

También aquí el propietario, Dios, ha preparado todo con sumo cuidado, para que la viña diera buenos y abundantes frutos.

En la parábola, el propietario de la tierra, que vive lejos, la arrenda a los labradores para que la cuiden y le den los frutos a su tiempo.

Los viñadores se quieren hacer los dueños de la viña, por eso se quitan de en medio a todos los criados del amo, que van a recoger los frutos. Tradicionalmente se ha visto en estos criados a los profetas.

Al final mandará al hijo para volver a hacerse con el control de la viña. Es arriesgado, pero el propietario no quiere que desaparezca.

No hay padre que entregue a su hijo a semejante banda de criminales. Pero "tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su propio hijo, para que se salven cuantos creen en él".

En la parábola de la semana pasada había una pregunta a los sumos sacerdotes y ancianos: ¿Cuál de los dos (hermanos) cumplió con la voluntad del padre?. En la de hoy les dirige otra pregunta: ¿Qué hará con aquellos labradores?

En la respuesta, se autocondenan.

Pero no olvidemos que la historia de Israel es la historia del mundo y del nuevo Israel, la Iglesia. También hoy, con frecuencia, decimos "no" al amor.
 

MATEO 21, 33-43

En aquel tiempo dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo:

—Escuchad otra parábola:

Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje.

Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon.

Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último, les mandó a su hijo diciéndose: «Tendrán respeto a mi hijo.»

Pero los labradores, al ver al hijo se dijeron: «Este es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia.»

Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo ataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?

Le contestaron:

—Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores que le entreguen labradores que le entreguen los frutos a sus tiempos.

Y Jesús les dice:
—¿No habéis leído nunca en la Escritura:

«La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente»?

Por eso os digo que se os quitará a vosotros el Reino de los Cielos y se dará a un pueblo que produzca sus frutos.

Palabra de Dios