INTRODUCCIÓN 

 


 


 

 

INTRODUCCIÓN

 

EL BANQUETE DEL SEÑOR
Miguel Payá - Página franciscanos

Capítulo III
LA PREPARACIÓN
Le reconocieron al partir el pan

2. EL ANUNCIO DE LA EUCARISTÍA EN LA VIDA DE JESÚS

c) Jesús alimenta a los hambrientos

Jesús realizó dos multiplicaciones milagrosas de panes y peces (cf. Mc 6,34-44; 8,1-10). Las circunstancias de los dos milagros son parecidas. Una gran multitud acude a oír a Jesús, que siente lástima de ellos «porque estaban como ovejas sin pastor». Pero, además, siente también compasión «porque no tienen qué comer», y multiplica los pocos panes y peces que tienen sus discípulos. En las dos escenas, pues, Jesús se presenta como el pastor que realiza a la vez dos misiones: enseñar y alimentar. Y en las dos misiones involucra a sus discípulos, que acaban de tener su primera experiencia de predicación y que tienen que colaborar para que todos puedan comer. Jesús seguirá realizando estas dos misiones a través de sus discípulos en la Eucaristía, que ofrece siempre unidas la mesa de la palabra y la mesa del pan.

Pero las circunstancias de los dos milagros, aunque sean similares, no son idénticas: cambian los destinatarios. En la primera (cf. Mc 6,34-44), Jesús da de comer a judíos, miembros del pueblo de Dios: se realiza en territorio judío, el pueblo está perfectamente organizado y las cestas de las sobras son doce, número representativo del pueblo de Dios. En la segunda (cf. Mc 8,1-10), los destinatarios son paganos: tiene lugar en la Decápolis, fuera de Israel, y las cestas que recogen las sobras son siete, número simbólico de las naciones paganas (cf. Dt 7,1; Hch 6,1-4). La Eucaristía será, a la vez, un sacramento de «iniciación», que culminará el proceso por el que un pagano se hace cristiano, y un sacramento de «crecimiento», que desarrollará y perfeccionará la vida nueva en el ya cristiano.