PRESENTACIÓN
Hacia el
año 50, habiendo sido expulsados de Filipos Pablo y sus
compañeros, a causa de unos alborotos producidos por la
curación de una esclava, que era adivina, y proporcionaba
buenas ganancias a sus amos (Hch 16, 16), marchó con sus
compañeros a Tesalónica, donde comenzó a enseñar en las
sinagogas.
Un grupo
de judíos y de paganos se les unieron.
Pero
otros judíos se pusieron en su contra y tuvieron que
reunirse en casa de un tal Jasón.
Allí
fueron a buscarlo con una acusación muy semejante a la que
le hicieron a Jesús: "Todos estos actúan
contrariamente a los edictos del emperador" (Hch 17,
7b).
Pablo
marchó dejando la pequeña comunidad en sus primeros pasos.
Preocupado
por ellos, manda desde Atenas a Tesalónica a su compañero
Timoteo.
Al
volver Timoteo con buenas noticias, les dirige esta carta,
que es el escrito más antiguo del Nuevo Testamento.
Una
carta redactada en nombre del equipo misionero: Pablo,
Silvano y Timoteo y dirigida a toda la comunidad.
La
introducción es semejante a otras cartas de Pablo: un
saludo, deseándoles la gracia y la paz, seguido de una
acción de gracias a Dios, en esta ocasión, resaltando la
"actividad de su fe", el "aguante de su
esperanza" y "el esfuerzo del amor"
Les recuerda que la
Buena Noticia anunciada, no se quedó en palabras vacías,
sino que, por la fuerza del Espíritu, se manifestó en las
obras.
LECTURA DE LA
PRIMERA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS TESALONICENSES
1, 1-5b
Hermanos:
Pablo,
Silvano y Timoteo a la Iglesia de los
Tesalonicenses, en Dios Padre y en el Señor
Jesucristo. A vosotros, gracia y paz.
Siempre
damos gracias a Dios por todos vosotros y os
tenemos presentes en nuestras oraciones.
Ante
Dios, nuestro Padre, recordamos sin cesar la
actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro
amor y el aguante de vuestra esperanza en
Jesucristo nuestro Señor.
Bien
sabemos, hermanos amados de Dios, que él os ha
elegido y que cuando se proclamó el Evangelio
entre vosotros no hubo sólo palabras, sino
además fuerza del Espíritu Santo y convicción
profunda, como muy bien sabéis.
Palabra
de Dios
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