PRESENTACIÓN
El salmo 111 es uno de
los salmos rituales usados por Israel para celebrar la
renovación de la alianza. Viene a ser como la lista de
las bendiciones que Dios promete a quienes han sellado
su pacto con él.
Al escuchar esta lista
de bendiciones, prometidas al justo que teme al
Señor y ama de corazón sus mandatos, los
cristianos pensamos, casi espontánea y necesariamente,
en Cristo, el Justo por excelencia, el que, como cabeza
del nuevo pueblo de Dios, ha sellado en su sangre la
alianza nueva y eterna. Dios ha realizado en él todas
las bendiciones prometidas en el salmo: Su
descendencia -la Iglesia- es bendita; él
brilla en las tinieblas como una luz; su recuerdo es
perpetuo, como la misma celebración del domingo
nos evidencia.
Pero este salmo puede
evocarnos también la felicidad de quienes, por nuestra
comunión en Cristo, somos también herederos de las
bendiciones de la nueva alianza. Meditado en este
contexto, este salmo puede ser muy significativo para
concluir el domingo. El bautismo, incorporándonos a
Cristo, nos ha dado parte en las bendiciones divinas
prometidas al justo: también nosotros somos luz
del mundo; también nuestro corazón puede estar
seguro, sin temor de malas noticias, porque
hemos escuchado la Buena Noticia de Jesús; también
nosotros esperamos alzar la frente con dignidad
y ver derrotados a nuestros enemigos, la
muerte y el pecado.
Que este salmo, pues,
nos lleve, por una parte, a la contemplación de las
perfecciones de Cristo, el Justo por excelencia, y, por
otra, a la acción de gracias por la alianza y por las
bendiciones que, por Cristo, hemos obtenido.
SALMO 111
R/.
El justo brilla en las tinieblas como
una luz
En las
tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta
y administra rectamente sus asuntos.
R/.
El justo brilla en las tinieblas como
una luz
El justo
jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme, en el Señor.
R/.
El justo brilla en las tinieblas como
una luz
Su corazón
está seguro, sin temor,
reparte limosna a los pobres,
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad.
R/.
El justo brilla en las tinieblas como
una luz
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