INTRODUCCIÓN 

 


 


 

 

INTRODUCCIÓN

 

EL BANQUETE DEL SEÑOR
Miguel Payá - Página franciscanos

Capítulo I
EL ANFITRIÓN
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

3. LA EUCARISTÍA, BANQUETE DEL SEÑOR JESÚS

f) Una nueva comunidad

San Pablo transmite la tradición de la Eucaristía para corregir una situación concreta de la comunidad de Corinto: «Ha llegado a mis oídos que, cuando os reunís en asamblea hay entre vosotros divisiones» (1 Cor 11,18). Y el Apóstol argumenta: «El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no nos hace entrar en comunión con la sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no nos hace entrar en comunión con el cuerpo de Cristo? Pues si el pan es uno solo y todos participamos de ese único pan, todos formamos un solo cuerpo» (1 Cor 10,16-17). Es decir, nuestra unión con Cristo, que es don y gracia para cada uno, nos asocia también a su cuerpo que es la Iglesia: eleva la experiencia de fraternidad y es fuerza generadora de unidad. La Eucaristía crea la Iglesia como comunión de personas, como imagen y participación de la comunión trinitaria. En ella, el Padre atiende y realiza el deseo de su Hijo: «Te pido que todos sean uno, Padre, lo mismo que tú estás en mí y yo en ti, que también ellos estén unidos a nosotros; de este modo, el mundo podrá creer que tú me has enviado» (Jn 17,21).