PALABRA DE DIOS 

 


 

PRIMERA LECTURA
Levítico 19, 1-2. 17-18


PRESENTACIÓN

El Pueblo de Dios que surge en el desierto, tras el Pacto en el Sinaí, debe ser un pueblo de hermanos; deben entrar en la tierra prometida renovados.

¿Y qué modelo deben seguir? El de Aquel que los ha elegido y los ha hecho su pueblo; el de Aquel que se fijó en su dolor y en su miseria; el de Aquel que oyó sus gritos y no quedó indiferente, sino que bajó para sacarles de la mano del Faraón.

"Seréis santos porque yo el Señor soy santo"

Y la santidad se traduce en amor al prójimo hecho respeto, cercanía y gestos concretos.

Sin corazón nuevo no hay un pueblo nuevo.

El odio jamás crea fraternidad; el egoísmo, tampoco; la venganza y el rencor son carcoma que lo destroza todo.

Por eso el camino que marca el Señor: "no odiarás de corazón", "reprende al que peca", "no seas vengativo ni guardes rencor", "ama de verdad"..

LEVITICO 19, 1-2. 17-18

El Señor habló a Moisés:

-«Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:

"Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.

No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente, para que no cargues tú con su pecado.

No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Yo soy el Señor. " »


Palabra de Dios

 

 

 

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 102

PRESENTACIÓN

Un pecador perdonado sube al Templo para ofrecer un "sacrificio de acción de gracias", durante el cual hace relato del favor recibido. Acompañado de una muchedumbre de amigos y parientes, a quienes invita a tomar parte en el banquete sacrifical, y asociarse a su acción de graclas. ¡Es un himno al amor de Dios! El Dios de la Alianza. Observemos el paso de la primera persona del singular "mi", "yo", a la primera persona del plural "nosotros", "nos"... En "aquel" pecador habla Israel. ¡La "remisión de los pecados" no es un acto individualista sino comunitario, desde aquellos tiempos! Profunda intuición de la solidaridad de cada pecador con el conjunto de los pecadores... Con "¡el pecado del mundo!

Frecuentemente se ha opuesto el Antiguo y el Nuevo Testamento, como si el primero fuera la religión del "temor", y el segundo la religión del "amor". Contemos en este salmo, cuántas veces aparece la palabra "amor" (Hessed), y la palabra " ¡ternura! " ¡Ese es Dios! No, el ¡Dios verdadero en nada se parece al dios que se hicieron los paganos, irritable, justiciero! No, releed este salmo.

 
 SALMO 102

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor
y no olvides sus beneficios.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia.
No nos trata como merecen nuestros pecados,
ni nos paga según nuestras culpas.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos;
como un padre siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles.
R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

 

SEGUNDA LECTURA
1 Corintios 3, 16-23

 

PRESENTACIÓN

"¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?":

Pablo contempla su ministerio evangelizador como una obra de construcción de la que la comunidad de Corinto es el resultado. También en otros pasajes aplicará la imagen del templo al cuerpo de los bautizados. Es una aplicación que depende de esta otra: los bautizados son templo del Espíritu en tanto que comunidad.

- "Porque la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios": Los corintios han cometido el error de valorar a sus evangelizadores a partir de los criterios de este mundo y no a partir del criterio de la sabiduría de la cruz. Pablo les censura por eso utilizando dos citas del AT: una de Job 5,12, acomodándola sustituyendo el término "hombres" por "sabios", y otra del Salmo 93,11.

- "Que nadie se gloríe en los hombres...": Ningún cristiano ha de poner su confianza en los hombres, aunque éstos sean los mensajeros del Evangelio, en perjuicio de la unidad de la comunidad eclesial. El apóstol está al servicio de la construcción de la Iglesia y no a la inversa.

- "Todo es vuestro...": toda la obra de difusión del Evangelio y toda la realidad creada están al servicio de la salvación de los hombres. Cristo es el artífice de esta salvación y el único Señor, de acuerdo con los planes de Dios. La comunidad cristiana participa de ese dominio de su Señor en la fe y la esperanza.

J. NASPLEDA

1CORINTIOS 3, 16-23

Hermanos:

¿No sabéis que sois templos de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?

Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: ese templo sois vosotros.

Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros se cree sabio en este mundo, que se haga necio para llegar a ser sabio.

Porque, la sabiduría de este mundo es necedad ante Dios, como está escrito: «El caza a los sabios en su astucia.» Y también «El Señor penetra los pensamientos de los sabios y conoce que son vanos.»

Así, pues, que nadie se gloríe en los hombres, pues todo es vuestro: Pablo, Apolo, Cefas, el mundo, la vida, la muerte, lo presente, lo futuro. Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.

Palabra de Dios

 

 

ACLAMACIÓN
1 Juan 2, 5

Quien guarda la palabra de Cristo, ciertamente el amor de Dios ha llegado a su plenitud.

 

EVANGELIO
Mateo 5, 38-48

PRESENTACIÓN

La ley del talión -ojo por ojo diente por diente- no respira venganza sino justicia. Frente al sistema anárquico de venganza personal indiscriminada, muchas civilizaciones antiguas, y no sólo los hebreos, establecieron el principio moderador del talión: que la medida del castigo corresponda a la medida del perjuicio, sin excederla con sobrecargas: robaste cien, devolverás cien. "Si alguno causa una lesión a su prójimo, como él hizo, así se le hará: fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente. El que mate un animal, indemnizará por él; pero el que mate a un hombre, morirá".

Supondría un paso de gigante para el buen orden del mundo el que esta ley gobernara la conducta personal y social. No vale calificarla de bárbara mientras se practican progresiones aritméticas o geométricas en el desfile de las violencias: mordió el mojón de mi finca, le quemo la casa; me insultó y saqué la navaja; me atacó con cañones, bombardearé la ciudad; y si caen sobre mi ciudad bombas convencionales, respondo con atómicas. La ley del talión se usa en una sociedad organizada, pero no es definitiva ni suficiente para el reino de la paz y del amor.

Jesús irrumpe con un espíritu nuevo: el amor al enemigo. No es un nuevo Código Penal, ni la forma nueva con que los jueces habrán de aplicar la ley. Es una irrupción salvadora de Dios en Jesús, que ha de poner de manifiesto la endeblez y limitación de las conquistas humanas en el camino de la liberación del hombre y la humanidad.

MIGUEL FLAMARIQUE VALERDI

MATEO 5, 38-48

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:

-Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente.» Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas.

Habéis oído que se dijo:

-Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Yo, en cambio, os digo:

Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian. Así seréis hijos de vuestro Padre que está en el cielo, que hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos.

Porque si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? ¿No hacen lo mismo también los publicanos? Y si saludáis sólo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los paganos? Por tanto, sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto.

Palabra de Dios