PRESENTACIÓN
Dos temas podríamos resaltar en el texto que se proclama: el
primero, en conexión con la primera lectura, el exclusivismo
y el segundo, las condiciones para acceder al Reino.
A los apóstoles, concretamente a Juan, le pasa lo que a
Josué en la primera lectura, le sabe mal que uno que no va
con ellos, eche demonios en nombre de Jesús.
¿Está haciendo el bien?, ¿lo hace en nombre de Jesús? - "No
se lo impidáis"
Cuántas veces grupos de cristianos forman comunidades
cerradas, exclusivistas y excluyentes; se cierran a los
demás, los apartan porque no son de "los suyos".
Y en cuanto a las condiciones para entrar en el Reino, un
Reino al que están llamados todos, no un grupo de
privilegiados:
- La hospitalidad, la solidaridad, la cercanía al
necesitado; hasta un vaso de agua tendrá su recompensa.
- La sencillez y el respeto a aquellos hermanos que son "los
pequeñuelos", los que no saben de sutilezas teológicas y
doctrinales; cuidado con escandalizarles.
- La radicalidad de la propia vida, que lleve a poner el
Reino por delante de todo aquello que pueda apartarnos de
él. Los términos tan duros y radicales con los que Jesús se
expresa, resaltan la importancia del Reino frente al pecado
que nos quiere apartar de él.
Dame, señor, un corazón abierto y acogedor,
que sepa valorar el bien, venga de donde
venga; que mi vaso esté siempre lleno para
el sediento. |
DS
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 9, 38-43. 45.
47-48
El
que no está contra nosotros está a
favor nuestro. Si tu mano te hace caer,
córtatela
En
aquel tiempo, dijo Juan a Jesús:
"Maestro, hemos visto a uno que
echaba demonios en tu nombre, y se lo
hemos querido impedir, porque no es de
los nuestros." Jesús respondió:
"No se lo impidáis, porque uno que
hace milagros en mi nombre no puede
luego hablar mal de mí. El que no está
contra nosotros está a favor nuestro.
Y, además, el que os dé a beber un
vaso de agua, porque seguís al Mesías,
os aseguro que no se quedará sin
recompensa. El que escandalice a uno de
estos pequeñuelos que creen, más le
valdría que le encajasen en el cuello
una piedra de molino y lo echasen al
mar. Si tu mano te hace caer, córtatela:
más te vale entrar manco en la vida,
que ir con las dos manos al infierno, al
fuego que no se apaga. Y, si tu pie te
hace caer, córtatelo: más te vale
entrar cojo en la vida, que ser echado
con los dos pies al infierno. Y, si tu
ojo te hace caer, sácatelo: más te
vale entrar tuerto en el reino de Dios,
que ser echado con los dos ojos la
infierno, donde el gusano no muere y el
fuego no se apaga.
Palabra
de Dios
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