INSTRUCCIÓN
GENERAL DEL MISAL ROMANO
Capítulo VII
ELECCIÓN DE LA MISA Y DE SUS PARTES
II. PARTES ELEGIBLES DE LA MISA
356. Al elegir los textos de las diversas partes de la Misa,
tanto del Tiempo, como de los Santos, obsérvense las normas que
siguen.
Las lecturas
358. En el Leccionario Ferial se proponen las lecturas para
todos los días de cada una de las semanas y para el transcurso
de todo el año. Por tal motivo, se elegirán estas lecturas
preferentemente para el día al cual son asignadas, a no ser que
se celebre una solemnidad o una fiesta, o bien una memoria que
tenga lecturas propias del Nuevo Testamento en las cuales se
hace mención del Santo celebrado.
Sin embargo, si alguna vez la lectura continua se interrumpe en
la semana por alguna solemnidad, por alguna fiesta o por alguna
celebración particular, le está permitido al sacerdote, teniendo
presente la ordenación de las lecturas de toda la semana,
componer una con las otras partes de las lecturas que deberán
ser omitidas, o determinar qué textos deberán preferirse.
En las Misas para grupos particulares está permitido al
sacerdote elegir textos más apropiados a la celebración
particular, con tal de que los textos se elijan de un
leccionario aprobado.
359. Existe además, en el Leccionario correspondiente, una
selección particular de textos de la Sagrada Escritura para las
Misas Rituales en las que se celebra algún sacramento o
sacramental, así como para las Misas por diversas
circunstancias.
Estos leccionarios se han preparado para que los fieles sean
conducidos, mediante la escucha más apropiada de la Palabra de
Dios, a comprender más plenamente el misterio en el que
participan y para instruirlos en un amor más encendido de la
Palabra de Dios.
Por consiguiente, los textos que se proclaman en una celebración
deben ser determinados teniendo presente, tanto los motivos
pastorales, como también la posibilidad de elección en esta
materia.
360. Al elegir entre las dos formas que presenta un mismo texto,
hay que guiarse también por un criterio pastoral. Se da, en
efecto, algunas veces, una forma larga y una forma más breve del
mismo texto. En este caso, conviene tener en cuenta la
posibilidad de los fieles de escuchar con provecho la lectura
más o menos extensa, como también su posibilidad de oír el texto
más completo, que será explicado después en la homilía.[142]