PRESENTACIÓN
La región en que tiene
lugar la escena se encuentra al noreste de Galilea de
los paganos. Sin ser totalmente una tierra extranjera,
la región participa mucho de esta condición. Si a esto
se añade el contexto precedente que habla de la
prevención contra la enseñanza específicamente religiosa
judía, tendremos que concluir que Mateo está presentando
y escribiendo en clave y perspectiva de una nueva
realidad religiosa.
Esta nueva realidad va
a recibir en este texto el nombre de Iglesia de Jesús
(v.18). Es la primera vez que el término Iglesia aparece
en el evangelio de Mateo para designar la comunidad de
discípulos de Jesús, es decir, la comunidad de creyentes
en él.
El término griego
empleado es el mismo que la traducción griega del A.T.,
llamada de los Setenta, emplea para traducir pueblo,
asamblea, congregación.
En el texto de hace dos
domingos escuchábamos de labios de los discípulos el
reconocimiento de Jesús como Hijo de Dios (Mt 14. 33).
Es el mismo reconocimiento que escuchamos hoy de labios
de Simón. Este reconocimiento distingue al discípulo de
la gente.
"¿Quien dice la
gente... quién decís vosotros que soy yo?" Mateo sigue
operando con la división claramente introducida a partir
del capítulo de las parábolas.
El reconocimiento de
Simón adquiere la condición de fundamento o cimiento
sólido. A esta condición debe Simón su sobrenombre de
Pedro. Algo del juego de palabras del texto griego puede
percibirse también en castellano: Pedro-piedra.
Sobre este cimiento,
consistente en el reconocimiento de la identidad divina
de Jesús por el hijo de Jonás, se levanta la comunidad o
pueblo creyente. Por tratarse de un cimiento sólido, el
edificio construido sobre él ofrece totales garantías.
Esto es lo que quiere expresar la imagen recogida en la
frase "el poder del infierno no la derrotará". El
edificio es inexpugnable a la destrucción y a la muerte.
Esta misma idea de la consistencia de un edificio
construido sobre cimientos sólidos la ha expresado Jesús
con otra imagen diferente en /Mt/07/25: "Vinieron las
lluvias, se desbordaron los ríos y los vientos soplaron
violentamente contra la casa; pero no cayó, porque
estaba construida sobre un verdadero cimiento de
piedra".
En la celebración eucarística nosotros nos
edificamos como comunidad cristiana,
asamblea de creyentes que preside Cristo,
del cual es signo Pedro. Participando en el
banquete común nos confirmamos en la
verdadera fe, que potencia nuestra esperanza
y nos hace vivir en caridad. |

Lectura del santo
Evangelio según San Mateo 16,13-19.
En aquel tiempo,
llegó Jesús a la región de Cesarea de Felipe y
preguntaba a sus discípulos:
-¿Quién dice la
gente que es el Hijo del Hombre?
Ellos contestaron:
-Unos que Juan
Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o
uno de los profetas.
El les preguntó:
-Y vosotros,
¿quién decís que soy yo?
Simón Pedro tomó
la palabra y dijo:
-Tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios vivo.
Jesús le
respondió:
-¡Dichoso tú,
Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre
que está en el cielo.
Ahora te digo yo:
-Tú eres Pedro, y
sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder del infierno no la derrotará.
Te daré las llaves
del Reino de los Cielos; lo que ates en la
tierra, quedará atado en el cielo, y lo que
desates en la tierra, quedará desatado en el
cielo.
Palabra
de Dios
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