PRESENTACIÓN
Una
solemne procesión es el marco que ambienta el salmo.
El
cortejo va hacia el santuario. Al frente marchan los
cantores, los últimos, lo tocadores de arpas, al
centro, las muchachas danzando y tocando panderos.
Recuerda aquella marcha de los israelitas, tras cruzar
el mar Rojo y dejar atrás, en medio del mar, los carros
y caballos del Faraón.
Es
la fiesta de la victoria; pero no hay victoria sin
Yhavhé.
"Se
levanta Dios y se dispersan sus enemigos;
huyen de su presencia los que le odian;
como la bruma se disipa, se disipan ellos;
como se derrite la cera ante el fuego,
así perecen los malvados ante Dios."
Todas
las tribus de Israel suben a dar gracias. La procesión
rememora aquella peregrinación que fue del Sinaí al
monte Sión, lugares de la presencia de Dios. Era la
gran marcha y Dios caminaba junto al pueblo justo.
Los
justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor,
su nombre es el Señor.
Como
protegió a su pueblo, tras la victoria contra el
Faraón, y lo condujo hacia la libertad, así protegerá
a los pequeños, los débiles, los pobres y
desamparados.
Padre
de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada,
Dios prepara a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece.
El
Señor prepara una morada para los suyos, la tierra que
mana leche y miel, la tierra que había prometido a los
padres, a Abraham, su amigo. Los que necesiten al
Señor, los pobres, la poseerán.
"Derramaste
en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres.
(SALMO 67 )
Preparaste,
oh Dios, casa para los pobres.
Los
justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor;
su nombre es el Señor.
R. Preparaste,
oh Dios, casa para los pobres.
Padre
de huérfanos,
protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los
enriquece.
R. Preparaste,
oh Dios, casa para los pobres.
Derramaste
en tu heredad, oh Dios, una lluvia
copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los
pobres.
R. Preparaste,
oh Dios, casa para los pobres.
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