PALABRA DE DIOS 

 

PRIMERA LECTURA
Sabiduría 9, 13-18

PRESENTACIÓN

Los capítulos 6 a 9 son un elogio de la sabiduría, como medio indispensable para que los reyes y otros dirigentes de la tierra implanten la justicia con equidad ("Escuchad reyes y entended; aprendedlo gobernantes del orbe" 6, 1)

La sabiduría procede de Dios, "es efluvio del poder divino" (7, 25), acarrea consigo bienes, riquezas y prestigio, "por más cumplido que sea un hombre, si le falta tu sabiduría, no valdrá nada" (9, 6)

El texto que se proclama hoy pertenece a una oración, puesta en boca de Salomón, en la que se implora la sabiduría.

"Dios de mis padres, Señor de la misericordia, ... dame la sabiduría, entronizada junto a ti" (9, 1-4), "envíala desde el cielo sagrado, mándala desde tu trono glorioso" (9, 10), "Así aceptarás mis obras, juzgaré a tu pueblo con justicia y seré digno del trono de mi padre" (9, 12)

Sigue la oración de "Salomón" presentando la pequeñez del hombre ante Dios. ¿Quién puede conocer los designios de Dios, lo que Él quiere?

Ante Dios, qué poca cosa somos; nuestros pensamientos son mezquinos, no sabemos discernir lo justo de lo injusto.

Basándose en la filosofía griega, el autor establece la dicotomía cuerpo-alma, que no es propia de la tradición del Antiguo Testamento: el cuerpo es lastre del alma, tienda terrestre que abruma la mente.

Reconoce el autor, "Salomón", que sin la sabiduría que procede de Dios, sin el santo espíritu, que procede de Él, no podemos alcanzar ni las cosas del cielo, ni conocer los designios de Dios. Sólo con esa sabiduría son rectos nuestros caminos, hacemos lo que agrada a Dios y alcanzamos la salvación.

 

SABIDURÍA 9, 13-18

¿Quién comprende lo que Dios quiere?

¿Qué hombre conoce el designio de Dios?
¿Quién comprende lo que Dios quiere?

Los pensamientos de los mortales son mezquinos,
y nuestros razonamientos son falibles;
porque el cuerpo mortal es lastre del alma,
y la tienda terrestre abruma la mente que medita.

Apenas conocemos las cosas terrenas
y con trabajo encontramos lo que está a mano:
pues, ¿quién rastreará las cosas del cielo?

¿Quién conocerá tu designio,
si tú no le das sabiduría,
enviando tu santo espíritu desde el cielo?

Sólo así fueron rectos los caminos de los terrestres,
los hombres aprendieron lo que te agrada,
y la sabiduría los salvó.

Palabra de Dios

 

 

SALMO RESPONSORIAL
Salmo 89

PRESENTACIÓN

El salmo 89 es una meditación sobre la vida humana.

En un bello estilo, lleno de metáforas y comparaciones, el salmista canta primero la grandeza de Dios, Señor del universo, anterior a todo lo creado.

"Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre, tú eres Dios"

Y frente a esta grandeza divina, está la pequeñez e indigencia del hombre. Dios es eterno;  y ¿qué es el hombre?, polvo; "eres polvo y al polvo volverás" (Gn 3, 19)

"Tú reduces el hombre a polvo
diciendo: "Retornad hijos de Adán".
Mil años en tu presencia
son un ayer que pasó,
una vela nocturna"

Sin Dios, sin su misericordia, no somos nada; el pecado nos hunde, nos lleva al abismo, nos hace tan limitados como la hierba  que brota al alba, enseguida oye el silbido de la hoz y, al atardecer, es un montón de heno. Pronto la lozanía de la vida deja paso a la muerte.

"Los siembras año tras año
como hierba que se renueva,
que florece y se renueva por la mañana
y por la tarde la siegan y se seca."

Si el tiempo es corto y la existencia frágil, hemos de aprovechar los años que el Señor nos da para que, aceptándolos con realismo, adquiramos un corazón sensato.

"Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato."

Y un gran deseo: vivir en la presencia del Señor, acogidos a su bondad; nuestra vida se llenará de alegría y estará llena de sentido.

"Por la mañana sácianos de tu misericordia
y toda nuestra vida será alegría y júbilo; 
baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos."

 

(SALMO 89 )

Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Tú reduces el hombre a polvo, 
diciendo: "Retornad, hijos de Adán." 
Mil años en tu presencia 
son un ayer, que pasó; 
una vela nocturna. 
R.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Los siembras año por año, 
como hierba que se renueva: 
que florece y se renueva por la mañana, 
y por la tarde la siegan y se seca. 
R.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Enséñanos a calcular nuestros años, 
para que adquiramos un corazón sensato. 
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? 
Ten compasión de tus siervos. 
R.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, 
y toda nuestra vida será alegría y júbilo. 
Baje a nosotros la bondad del Señor 
y haga prósperas las obras de nuestras manos. 
R.
Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

 

SEGUNDA LECTURA
Filemón 9b-10. 12-17

PRESENTACIÓN

La carta a Filemón es el escrito más corto del Nuevo Testamento. Aborda un caso concreto que se le presenta a Pablo y que marcará el futuro de las relaciones humanas.

Tres personas cristianas: Pablo, el apóstol, Filemón, el señor, y Onésimo, su esclavo.

Onésimo se ha escapado; una falta muy grave, según las leyes vigentes, podía castigarse con la muerte.

En aquella época, la esclavitud era vista con toda la naturalidad. Tal vez alguien  esperara que San Pablo hubiera escrito un tratado contra el hecho de la esclavitud. San Pablo, como otros predicadores de su tiempo, están insertos en una realidad social y viven su fe desde las estructuras de la época.

Ni Pablo ni Filemón pueden cambiar de golpe la estructura jurídico-social del imperio romano. Por eso, Onésimo seguirá oficialmente con su estatus de esclavo. Pero sí hay ya un principio nuevo en la relación señor-esclavo, cuando ambos son cristianos: "Quizás se apartó de ti para que le recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor, como hermano querido".

Desde entonces las comunidades cristianas cambiaron radicalmente la relación de amo y esclavo, introduciendo en la sociedad los gérmenes destructores de la esclavitud. Primero: entre cristianos no tiene lugar la esclavitud; segundo: nadie debe ser esclavo de nadie.

 

DE LA CARTA A FILEMÓN 9b-10. 12-17

Recíbelo, no como esclavo, sino como hermano querido

Querido hermano:

Yo, Pablo, anciano y prisionero por Cristo Jesús, te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien he engendrado en la prisión; te lo envío como algo de mis entrañas.

Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en tu lugar, en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo; así me harás este favor, no a la fuerza, sino con libertad.

Quizá se apartó de ti para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino mucho mejor: como hermano querido.

Si yo lo quiero tanto, cuánto más lo has de querer tú, como hombre y como cristiano.

Si me consideras compañero tuyo, recíbelo a él como a mí mismo.

Palabra de Dios

 

 

ACLAMACIÓN
(Salmo 118, 135)

    Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, enséñame tus Leyes .

 

EVANGELIO
Lucas 14, 25-33

PRESENTACIÓN

El Evangelio de hoy suena duro a los oídos y al corazón; suena duro, porque es duro.

Ser discípulo de Jesús es hacer su propio camino. Él va delante marcándolo.

Así, pues, San Lucas nos trae tres condiciones para ser discípulo de Jesús.

Son formulaciones de choque, difíciles de asimilar, pero no son puras metáforas para que se queden bien grabadas en aquellos oyentes cuyo vehículo de enseñanza era la palabra hablada.

Las formulaciones no son un fin en sí mismas, v. gr. "odiar" a los padres. Jesús, con esas formulaciones, está pidiendo al discípulo una disponibilidad total.

"Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, no es digno de mí". Hay que colocar cada cosa en su sitio.

"El que no lleva su cruz..." La crucifixión era la muerte que los romanos infligían a los judíos. Hay que correr ese riesgo, como él.

"El que no renuncia a todos sus bienes..." También esta frase es de las que se quedan grabadas. Jesús pide al discípulo que saque consecuencias.

Ante la familia, ante el riesgo a la cruz, ante los bienes materiales, ¿qué lugar ocupa el ser discípulo?

Ser cristiano no es una tarea fácil. Es lo que nos quiere decir Jesús con las parábolas: la de la construcción de la torre y la de la preparación de la batalla.

DEL EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 14, 25-33

El que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío

En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; él se volvió y les dijo: "Si alguno se viene conmigo y no pospone a su padre y a su madre, y a su mujer y a sus hijos, y a sus hermanos y a sus hermanas, e incluso a sí mismo, no puede ser discípulo mío.

Quien no lleve su cruz detrás de mí no puede ser discípulo mío.

Así, ¿quién de vosotros, si quiere construir una torre, no se sienta primero a calcular los gastos, a ver si tiene para terminarla?

No sea que, si echa los cimientos y no puede acabarla, se pongan a burlarse de él los que miran, diciendo: "Este hombre empezó a construir y no ha sido capaz de acabar."

¿O qué rey, si va a dar la batalla a otro rey, no se sienta primero a deliberar si con diez mil hombres podrá salir al paso del que le ataca con veinte mil?

Y si no, cuando el otro está todavía lejos, envía legados para pedir condiciones de paz.

Lo mismo vosotros: el que no renuncia a todos sus bienes no puede ser discípulo mío."

Palabra del Señor.