PRESENTACIÓN
En el evangelio de hoy, San
Lucas nos trae algunos dichos de Jesús que San Mateo colocó,
de manera más extensa en los capítulos 5-7, de su evangelio.
Tras proclamar dichosos a
los pobres, a los que pasan hambre, a los que lloran, a los
perseguidos por su causa, Jesús baja a terrenos concretos:
"Amad a vuestros enemigos", a los que os odian; hablad bien
de quienes hablan mal de vosotros, que tu violencia sea no
activa.
Si no hay un cambio del
corazón, si no volvemos al revés lo que ordinariamente
hacemos, ni cambiamos nosotros según Dios quiere, ni
cambiarán los demás, ni tampoco el mundo, que seguirá siendo
un cúmulo de violencias, odios y ambiciones.
No se nos dice: tratad a
los demás como ellos os traten, sino "como queréis que ellos
os traten", aunque no lo hagan.
Y el porqué de este manera
de actuar que nos presenta Jesús, por medio de San Lucas, es
sencillamente para poder ser "hijos del Altísimo", que es
amor y misericordia también con los "desagradecidos"; porque
el Padre es así.
Juzgando, condenando, no
perdonando..., nos iremos de vacío, el Reino no vendrá a
nosotros.
Si obramos en positivo, la
medida que se nos dará será colmada, apretada y rebosante.
LECTURA
DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS
6, 27-38
Sed compasivos como vuestro Padre es
compasivo
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "A
los que me escucháis os digo: Amad a
vuestros enemigos, haced el bien a los
que os odian, bendecid a los que os
maldicen, orad por los que os injurian.
Al que te
pegue en una mejilla, preséntale la
otra; al que te quite la capa, déjale
también la túnica. A quien te pide,
dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo
reclames.
Tratad a los
demás como queréis que ellos os traten.
Pues, si amáis sólo a los que os aman,
¿qué merito tenéis? También los
pecadores aman a los que los aman. Y si
hacéis bien sólo a los que os hacen
bien, ¿qué mérito tenéis? También los
pecadores lo hacen.
Y si prestáis
sólo cuando esperáis cobrar, ¿qué merito
tenéis? También los pecadores prestan a
otros pecadores, con intención de
cobrárselo.
¡No! Amad a
vuestros enemigos, haced el bien y
prestad sin esperar nada; tendréis un
gran premio y seréis hijos del Altísimo,
que es bueno con los malvados y
desagradecidos.
Sed
compasivos como vuestro Padre es
compasivo; no juzguéis, y no seréis
juzgados; no condenéis, y no seréis
condenados; perdonad, y seréis
perdonados; dad, y se os dará: os
verterán una medida generosa, colmada,
remecida, rebosante.
La medida que
uséis, la usarán con vosotros."
Palabra del Señor.
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